El huracán Harvey causó enorme destrozos tras su paso por Texas.

agosto 28, 2017

Texas. 28 de agosto de 2017.- El huracán Harvey tocó tierra con categoría 4 el pasado viernes, causando al menos cinco muertes, graves inundaciones y derrumbes en Houston, al sureste de Texas, “que tardarán años” en recuperarse, según el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), William «Brock» Long.

Acorde con el Washington Post, Long dijo que Texas “necesitará años” para sobreponerse y la ayuda de su agencia para poder recuperarse del paso del huracán Harvey. «Un tormenta como esta nunca había sido vista antes en Estados Unidos».

Casas, edificios, señales de tránsito, autos, y árboles han sufrido el paso del huracán, que dejó costosos daños en el sur de Texas, a pesar de disminuir su fuerza una vez que tocó tierra, convirtiéndose en una depresión tropical, con vientos máximos sostenidos de unas 40 millas por hora.

Aún las personas se mantenían en estado de alerta. Cerca de 300,000 quedaron sin electricidad, señal telefónica ni internet. En los peores casos, los derrumbes habían impedido que salieran de sus vecindarios. Los poderosos vientos habían desprendido varios techos.

Las inundaciones persistirán por varios días, con niveles que baten récords en la historia de las precipitaciones en Houston. Un informe del Servicio Nacional de Meteorología indicó que se midieron precipitaciones de unos 76 centímetros.

Texas, que había sido declarado en estado de emergencia por las autoridades gubernamentales, debido al impacto que se previó días antes de su llegada a costas de Houston, reportó más de 1,000 personas rescatadas tras el desastre.

El alcalde de Houston, Sylvester Turner, junto a especialistas en situaciones de emergencia, anunció que las lluvias se extenderán por varios días. Por eso se aconsejó a la población tomar medidas de protección como subir a las azoteas de sus casas en caso de inundaciones mayores, pues de esta manera los rescatistas pueden encontrarlos.

Poco más de la mitad de los residentes de Rockport decidió permanecer en sus viviendas. Medidas extremas incluyeron recomendar a estos habitantes, que no habían sido evacuados, que escribieran sus nombres y números de seguro social en sus antebrazos, para ser identificados en caso de accidentes.

La ayuda no se hizo esperar, tanto en vísperas de la llegada del huracán como en horas posteriores al embate del fenómeno meteorológico. Desde Nueva York y la Florida enviaron insumos y equipos de emergencia, y voluntarios se esforzaban por colaborar con las autoridades en el rescate de las personas que habían quedado atrapadas en sus casas debido a las inundaciones.

Gracias a las previsiones tomadas por el Gobierno estadounidense y grupos antidesastres, los daños no fueron mayores.

Mucho antes de que Harvey llegara a costas de Texas, se había llevado a cabo un plan de protección de viviendas y bienes, además de las evacuaciones de las zonas de mayor riesgo.

Es posible que tome varias semanas, e incluso meses debido al volumen de los daños, para que las zonas afectadas vuelvan a ser habitables.

Se estima que hasta el jueves las lluvias seguirán provocando inundaciones en Houston, la ciudad más grande de Estados Unidos, y otras áreas de Texas.

En general, los tejanos recibieron el huracán con nerviosismo y algunos de los diarios del estado conservador, como The Victoria Advocate, abrieron sus portadas el domingo con alusiones a Dios y con un llamativo titular: «Los rezos nos protegerán».

El huracán Harvey es el primer desastre natural al que se enfrenta el presidente de EEUU, Donald Trump, y, por ello, muchos analistas están atentos a su respuesta para evaluar sus capacidades de mando. Según AP, el martes el mandatario visitará la zona golpeada por la tragedia.

En Twitter, Trump aseguró que está vigilando «de cerca» el paso del ciclón y dijo haber oído «alto y claro» el mensaje del senador republicano Chuck Grassley, quien el viernes aconsejó a Trump que no repitiera «los mismos errores» que el presidente George W. Bush cometió con el huracán Katrina, en 2005.

Entonces, Bush fue duramente criticado por la tardía respuesta que dio a la devastación que dejó en Nueva Orleans (Luisiana) el fenómeno natural.

Para evitar una situación similar, en el mismo momento en el que el huracán tocó EEUU, Trump firmó una declaración de desastre para Texas, que le permite enviar asistencia federal para ayudar en las labores de reconstrucción.