Balseros venezolanos: Cinco muertes que evidencian la crisis venezolana

enero 12, 2018

Información de diversas Agencias.

La aguda crisis de escasez, inflación e inseguridad que envuelve a Venezuela es lo que impulsa a las personas de bajos recursos a intentar sumarse al éxodo de sus compatriotas más afortunados, esos que pudieron marcharse por avión

12 de enero de 2018 – En el año 2015, un grupo de migrantes cubanos salieron de Venezuela en balsas con el fin de llegar a Panamá; no pudieron y al final la Armada Nacional de Colombia los rescató. No eran venezolanos; pero se trataba del preámbulo de lo que vendría.CORTESÍA
La huida desesperada de venezolanos por la crisis económica, política y social que atraviesa el país caribeño desencadenó en tragedia el pasado 10 de enero cuando cuatro «balseros» perdieron la vida al naufragar el bote en el que intentaban llegar a Curazao. Este viernes apareció el cuerpo de un quinto náufrago.

Funcionarios de la Guardia Costera de Curazao señalaron a medios locales que el quinto cuerpo fue arrastrado a la costa, cerca del lugar donde aparecieron los otros cuatro cadáveres.

Los cuerpos fueron encontrados en Koraal Tabak, un lugar de difícil acceso en la costa norte de Curazao.

La Guardia Costera dio a conocer que fueron encontradas además ropas que no pertenecen a los cinco fallecidos, lo que refuerza la sospecha de que había más personas a bordo de la embarcación en la que viajaron las víctimas, algunas de las cuales habrían llegado a tierra.

Según los testimonios de algunos de los sobrevivientes, la embarcación tipo pesquera estaba en un estado muy precario y llevaba alrededor de 20 personas que pagaron a traficantes por ese viaje a todo riesgo desde el estado venezolano de Falcón, pero naufragó varios kilómetros antes de llegar a Curazao.

«Les llegó una ola inmensa y partió la lancha en dos. De paso que tenía exceso de pasajeros», dijo un familiar de las víctimas, que pidió no ser identificado.

No es un hecho reciente que los venezolanos huyan de su país en balsas o lanchas hacías las islas del Caribe.

«Por muy trágico que sea, el fenómeno de los balseros no es nuevo. Desde hace más de un año los migrantes venezolanos y los guardias costeros holandeses juegan al gato y al ratón en las costas de Curazao”, escribió en su cuenta de Twitter el periodista Daniel Blanco.

En el año 2015, según reseña Panampost, un grupo de migrantes cubanos salieron de Venezuela en balsas con el fin de llegar a Panamá; no pudieron y al final la Armada Nacional de Colombia los rescató. No eran venezolanos; pero se trataba del preámbulo de lo que vendría.

Unos meses después, en marzo de 2016, se encontró en Aruba el cadáver de un venezolano que viajaba en balsa a la isla.

Luego, en agosto, volvió a ocurrir. Esa vez no ocurrió una tragedia, pero la Guardia Costera de Curazao detuvo a 20 venezolanos que intentaban llegar en balsa a la isla.

La aguda crisis de escasez, inflación e inseguridad que envuelve a Venezuela es lo que impulsa a las personas de bajos recursos a intentar sumarse al éxodo de sus compatriotas más afortunados que pudieron marcharse por avión.

Sin embargo, el costo de un pasaje aéreo equivale a 17 años de sueldo básico. Por lo cual, muchos escapan por tierra, en motocicletas o autobuses, principalmente con destino a países suramericanos.

Familias de «balseros» muertos no reciben información oficial

Los familiares de los venezolanos que murieron ahogados cuando intentaban llegar a Curazao todavía no han recibido información oficial y solo han podido identificar a sus seres queridos a través de fotografías de la prensa.

«Nos hemos dirigido durante dos días a la Capitanía de (el puerto de) La Vela y no saben nada», dijo en contacto telefónico a Efe Génesis Vásquez, que ha identificado en fotos el cadáver de su marido, Jóvito Gutiérrez, de 32 años, y describió la «angustia» en la que viven las familias.

«Dicen que por el bloqueo que hay entre las islas y Venezuela las autoridades de allá no han dado nombres ni de los muertos ni de las personas que están presas», agregó Vásquez, que contó que esperan conocer de las autoridades los nombres de «los muertos o los que están presos» por llegar ilegalmente a la isla.

Estimaciones no oficiales apuntan a que más de 5.000 venezolanos pueden permanecer sin permiso en Bonaire y otros 20.000 en Curazao.

La primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, estimó recientemente que de una población de poco más de 100.000 personas que viven en ese territorio 12.000 son venezolanos en situación irregular.

La tragedia se da en medio de la crisis política generada el viernes pasado por la orden del dictador venezolano, Nicolás Maduro, de cerrar las comunicaciones del país petrolero con las islas caribeñas de Aruba, Curazao y Bonaire para poner en marcha un operativo que acabe con los contrabandistas «que le dañan la economía a Venezuela».