El fantasma de Andonegui…

junio 29, 2018

Andrés Zorrilla, alcalde con licencia de Madero, Tamaulipas, está por ver el final de su fugaz carrera política. Su carácter irascible, -existen testimonios de su trato violento contra su ex esposa y su cónyuge actual- su inestabilidad emocional –insulta y agrede a quienes fueron sus aliados; entre ellos, al gobernador del estado- y su actitud autoritaria –ha ordenado reprimir a ciudadanos que no piensan como él –mandó golpear a militantes de MORENA que realizaban trabajos de proselitismo a favor del candidato lopezobradorista Adrián Oseguera Kernion, lo tienen en el umbral de su colapso como político y como ciudadano.
Durante su mandato al frente del Ayuntamiento maderense, ha coleccionado un rosario de demandas penales. Roberto Avalos Flores y Nicol Taboada, quienes renunciaron a diversas áreas de la Secretaría del Ayuntamiento acusaron al presidente municipal Zorrilla de haberlos amenazado de muerte.
La denuncia, duerme el sueño de los justos en una Agencia del Ministerio Público de ciudad Madero.
Otra acusación, refiere a un periodista que fue amagado con golpes y torturas –e incluso con quitarle la vida- por escribir posturas críticas contra el jefe edilicio. Erick Brandon Cruz, es el nombre del comunicador.
Esa querella, está en la Procuraduría estatal y en la Procuraduría General de la República. Después del 1 de julio, se espera que se reabra ante el arribo de servidores públicos honestos.
La más reciente denuncia contra Zorrilla, fue interpuesta por las brigadas proselitistas de Oseguera Kernion, que fueron cañoneados y golpeados por los escoltas armados del alcalde con licencia. Este evento, ocurrió frente a refinería. Decenas de ciudadanos, fueron testigos del atentado.
Los agredidos, interpusieron la demanda en la Procuraduría local y ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Político hecho de la noche a la mañana, el jefe edilicio con licencia, no ha podido madurar políticamente. Manufacturado en un santiamén por los vientos de cambio, de igual forma ve extinguirse su capital político.
Y lo peor: está a centímetros de la cárcel.
Otra denuncia que esta en marcha, una ex pareja, quien lo acusa de haberle despojado de una institución educativa. Este acontecimiento, fue público hace algunos 3 años en Tampico.
Zorrilla busca con desesperación la reelección.
Supone que esa posibilidad, lo salvará de los juicios penales que enfrentará desde chirona.
Iluso.
Cada día que pasa, se le aleja más, la alcaldía.
Y se le acerca más y más un futuro y un ambiente, tan infectos y fétidos como los que tuvo Andonegui…