Estado de crisis

febrero 16, 2019

“Estado de crisis” es un libro del filósofo polaco Zygmunt Bauman y del periodista italiano Carlo Bordoni, obra publicada por la editorial española Paidós en 2016, en su texto, Bauman precisa que, “la crisis a la que se enfrenta el mundo occidental no es transitoria, sino sintomática de un cambio profundo que alcanza al conjunto del sistema económico y social y que tendrá efectos duraderos”.

Para el caso mexicano, la crisis de seguridad y económica que azota al país, son el fenómeno a vencer desde el gobierno federal, instancia que busca resolverlos con algunas estrategias y programas transversales, dentro los cuales destacan, por ejemplo, en materia de seguridad, la aprobación de la Ley de Guardia Nacional desde el Poder Legislativo y, en materia económica, la implementación del Programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, con el cual, pretenden capacitar por un año a jóvenes en centros de trabajo públicos y privados, asignándoles para ello, una beca mensual de 3,600 pesos.

Puede ser que parte de la solución a la crisis señalada radique en la eficaz implementación tanto de la ley como del programa citado, sin embargo, el sector empresarial nacional y extranjero establecido en México, no responde a leyes por aprobar o a políticas públicas de reciente creación, sino más bien, actúan según la situación política, económica y social del país, dilucidando, desde otras aristas, si hay o no, gobernabilidad que otorgue certidumbre a la inversión.

Por su parte, Carlo Bordoni, en el citado libro “Estado de crisis”, enfatiza que: “la alianza entre el estado y la industria privada ha sido durante mucho tiempo uno de los pilares más sólidos de la modernidad y ha asegurado un equilibrio efectivo entre la convivencia política, la satisfacción de las necesidades económicas, la protección del empleo y el control social”, sin embargo, en México, esa alianza abusó del mercado por décadas, enriqueciendo a políticos y empresarios a costa de la pobreza de millones de ciudadanos, ello, dejó como tarea para el nuevo gobierno, reestablecer el estado de derecho y la ejecución de penas para los nuevos infractores, pero, sin que ello desencadene una guerra, pues el gobierno de la república debe recordar que el 95% de la economía nacional la genera, precisamente, ese sector privado.

Lo preocupante de la situación económica de México es que hasta hoy, las grandes firmas internacionales establecidas en el país como LG, Samsung, Sony, Mercedez Benz o Honda por citar algunas, no han anunciado ningún tipo de inversión en territorio nacional, acción que en el inicio de los últimos tres sexenios venían realizando, ¿será que aún están explorando el mercado como terreno fértil a la inversión? o ¿será que analizan con cautela la eficacia del poder que ejerce el presidente de la república ante los diversos frentes de guerra que tiene abiertos?.
En relación a la última pregunta, es probable que la iniciativa privada, antes de invertir, prefiere analizar el curso de los grandes conflictos que abrió el Presidente López Obrador, estos son, la batalla contra la delincuencia organizada por la extracción de hidrocarburos; los señalamientos a integrantes del sindicato de PEMEX por la práctica del “huachicoleo”; los amparos promovidos por miles de trabajadores que se oponen a la reducción salarial; el conflicto con los gobernadores del PAN por la reducción de presupuesto federal; los señalamientos a los expresidentes Calderón y Fox por su participación en holdings internacionales del sector eléctrico; la acusación al expresidente Zedillo por su incorporación a la ferroviaria Kansas City, la reestructuración de los contratos de CARSO con el sector de hidrocarburos, el trato diplomático al tema Venezuela y el trato político al muro fronterizo que pretende construir el gobierno de los Estados Unidos y, finalmente; la inseguridad que priva en todo el territorio nacional.

Los grandes inversionistas responden solo a hechos reales, no a discursos, pensar lo contrario es un equívoco que puede costar millones de empleos para México, en alusión a ello, recuerdo que hace algunos años me encontré un anuncio espectacular del banco holandés Rabobank dentro del aeropuerto de Amsterdam, este decía: “Algunas personas ven estado y fronteras, nosotros vemos mercados y oportunidades”.

Twitter: @carloskgv