José Guadalupe Rocha Esparza
Mil 926 páginas integran el II Informe que presentó el Titular del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión, documento que versa sobre cálculos oficiales, pronósticos en forma de «V», fórmulas distintas, estimaciones, proyecciones y creencias sobre programas, proyectos, compromisos, acciones, incluyendo datos relevantes que guarda la gestión de su gobierno para «purificarlo» y «presumirlo».
Todo informe público y rendición de cuentas del mandatario al ciudadano, debe revestir principios de veracidad, integridad, legalidad, soporte documental y confiabilidad de los mismos, con resultados fidedignos, ajenos a dudosa comprobación o cuestionables, donde los cálculos y riesgos estén contenidos en los llamados «libros blancos», datos abiertos que acrediten eficiencia y legitimidad.
El Presidente calcula que la crisis económica provocada por la pandemia será transitoria; calcula que las remesas van a llegar a 40 mil millones de dólares; calcula que habrá señal de Internet en todo el territorio nacional; calcula que habrá felicidad para todos y calcula que la mayoría de los habitantes aprobarán su gestión. Todo va «viento en popa» y «es mucho lo realizado». ¿Cálculos ciertos?
