Vida portentosa.

septiembre 23, 2020

Fue uno de esos raros artistas que vienen a salvar el honor de la humanidad a través de sus composiciones musicales que cantan la paz y la hermandad entre todos los hombres, como lo fueron “El Pesebre” e “Himno a la Paz”, oratorios dirigidos y ejecutados en el propio recinto de las Naciones Unidas por el mejor violonchelista de la historia: Pablo Casals.

Además de virtuoso músico internacional, director de orquesta y compositor notabilísimo de 60 obras, brilló por su activismo a favor de la paz, la democracia, la libertad y los derechos humanos, abierto opositor al régimen franquista y gobiernos donde imperaban la guerra y la dictadura, tanto que los jefes del nazismo pusieron al catalán en su lista negra para ejecutarlo.

Para él no significaba nada envejecer. Era sólo cuestión de calendarios. Expresaba que mientras amemos, seremos siempre jóvenes, convicción que acreditó al casarse tres veces, la última vez con una violonchelista puertorriqueña de 20 años y el maestro de 80. Nunca entendió a los suyos por sentirse viejos. “¡Qué privilegio es vivir!”, decía. Muere a los 96 años.