Una experiencia interior es lo que muestra. Bosco Sodi en su exposición en Málaga.

octubre 1, 2020

María Esther Beltrán Martinez                      Fotos: J.Carlos Santana

Málaga, España.– En el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC), se presenta la obra del artista mexicano, Bosco Sodi. Con el título Ergo Sum el artista  sitúa al espectador ante el abismo  de lo desconocido.

Una cuarentena de obras se exponen al público en el CAC, pinturas monocromáticas negras de diversos formatos y un conjunto de esculturas doradas.

La curadora Helena Juncosa explica que el título de la muestra hace referencia a una locución en latín  “cogito ergo sum”; pienso luego existo. Que alude a un  planteamiento del filósofo René Descartes que resume el proceso intelectual  y filosófico que afirma que la única verdad es la razón.

Bosco Sodi es un artista internacional, sus trabajos destacan por el color, la textura y los materiales que utiliza, como son los materiales orgánicos como el serrín, la madera, la pulpa, las fibras naturales o las resinas. Su práctica ha evolucionado también al campo de la escultura donde trabaja con piedras volcánicas, cerámica, barro y oro.

“La muestra del mexicano presenta veinte pinturas inéditas monocromáticas negras con texturas abundantes de grandes dimensiones y de diversas formas geométricas creadas durante este último año junto a un conjunto de doce esculturas de rocas doradas de diversos tamaños realizadas entre 2016 y 2017”, expresa Juncosa.

La curadora indica que las pinturas de Sodi se distinguen por una textura única fruto de la inexistencia del uso del pincel u otras herramientas propias de un artista ya que sus pinturas son construidas directamente en el suelo haciendo referencia al Action Painting de Jackson Pollock.

Sodi explica que el negro no es solo un color de tantos, ni un elemento o un material de tantos. “El negro lo baña todo en una ausencia, pone de manifiesto una opacidad, y disuelve todos los matices de sombra y luz.»  

El artista mexicano utiliza el negro 3.0 conocido como el negro más puro que existe representando la nada, la total oscuridad o algo más allá de nuestra propia existencia.

Juncososa detalla que durante su proceso de creación, el artista recrea un caos controlado donde busca el accidente, lo inesperado ya que a medida que las capas de material se secan, van alterando la superficie o la apariencia de la obra debido a los factores externos alterando las estructuras que se forman sin la intervención del artista dando lugar a un terreno monocromático que se asemeja a la tierra quemada. Con esta técnica, el artista pretende conseguir a través del azar y la imperfección, la apariencia de una obra creada por la naturaleza y no por las manos del ser humano.

“La práctica artística de Sodi explora las áreas en las que la naturaleza y la humanidad se combinan y buscan la belleza inherente a lo incontrolable. En su obra impera un elevado sentido de conexión con la tierra y de la inmediatez de la obra de arte. Como las materias primas varían de lugar a lugar, cada una de las piezas de Sodi están relacionadas de forma única al sitio en la que fueron creadas”.

Una característica de la obra de Sodi es que deja  sus pinturas sin título con la intención de eliminar cualquier conexión más allá de la existencia inmediata de la obra donde a través de sus pinturas negras sitúa al espectador ante el abismo de lo desconocido invitando a cuestionar aquellos conceptos o ideas que se pueden observar más allá de la superficie de la obra a modo de un trabajo de introspección.

Explican que en los últimos años, Sodi se ha centrado más en la escultura y las tradiciones de su herencia mexicana. Sodi recolecta magma volcánico solidificado del volcán Ceboruco (México) para que sirvan de soporte en sus esculturas en rocas, las cubre con esmalte cerámico y metales preciosos. Las rocas se transforman en objetos escultóricos que unen los procesos geológicos con las técnicas tradicionales y contemporáneas de creación de arte.