Poeta errante.

octubre 7, 2020

José Guadalupe Rocha Esparza

“Sin la mujer, la vida es pura prosa”, escribió el precoz versificador infantil, poeta enamorado, innovador y modernista, amante apasionado de Rosario, Rafaela, Francisca, Isabel y Hortensia; veleidoso, melancólico, dipsómano; hombre fornido y robusto, de elegantes maneras y de vestir exquisito, fina personalidad e inmediata simpatía, itinerante del continente americano.

“Rubén Darío” o Félix Rubén García Sarmiento, no solo fue poeta en verso, también lo fue en prosa y en las ideas, además de narrador, ensayista, conferenciante, periodista, diplomático y hombre íntimo del mundo hispano, amigo del nayarita Amado Nervo, tan lleno de exotismo, cosmopolitismo, exotismo, exquisitez, verso libre, poesía bella, culta, musical y sonora.

“Mañanitas, mañanitas, como que quiere llover, así estaban las mañanitas, cuando te empecé a querer”. Previo a su muerte, ocurrida a los 49 años, escribió: “Voy en busca del cementerio de mi Nicaragua natal. Estoy triste hasta la muerte”. Sus funerales fueron grandiosos. El duelo duró una semana. Honras fúnebres como Príncipe de la Iglesia y Ministro de Guerra.