Perderán los Gobernadores que salgan del pacto fiscal

octubre 30, 2020

Expertos en temas políticos y económicos, opinan que los Gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Jalisco, que amenazan con abandonar el pacto fiscal, no saben de lo que hablan, porque serían ellos y sus entidades los que saldrían perdiendo.

La revista Expansión hizo un análisis sobre este pronunciamiento de una parte de los integrantes del cártel de los Gobernadores del PAN, así como de los mandatarios de Nuevo León, Jalisco y Coahuila.

Estas son sus principales consideraciones sobre el tema:

Sería un terremoto político y económico. Los gobiernos de Coahuila (PRI), Jalisco (MC), Tamaulipas (PAN) y Nuevo León (Jaime Rodríguez Calderón) consideran que, ante la crisis actual, el gobierno federal no les está apoyando y amenazan con dejar el pacto fiscal.

Éste estipula las reglas para la recaudación de impuestos federales y su repartición entre todos los estados de la República, para que estos obtengan ingresos en proporción a los impuestos que recaudan y para apoyar a los estados más pobres con una distribución más equitativa de los recursos. ¿Pueden cumplir su amenaza?

Los analistas consultados por Expansión son rotundos: lo tienen muy difícil. Dejar el pacto —dicen— es «inviable políticamente», porque dejaría a los desertores sin la mayoría de recursos públicos federales que utilizan para la operación de sus gobiernos.

“Lo que se reclama es propiedad de la federación, es un pacto fiscal en el cual se estipula cómo se van a distribuir los ingresos que de acuerdo a la constitución son propiedad de la federación, pero a través de la coordinación con los estados se definen las reglas para su distribución, todos estos recursos se van a una bolsa común y son redistribuidos”, explicó Kristobal Meléndez, integrante del centro de investigación Mejoramiento de la Calidad Democrática Internacional (Mecademi).

El pacto fiscal, o bien llamada Ley de Coordinación Fiscal, se consolidó entre los años 1978 y 1989. Tras una reforma en 2007 se modificaron fórmulas para la distribución de los ingresos en proporción a las necesidades de las entidades; población, niveles de pobreza, desarrollo social, el PIB, y en menor proporción al nivel de recaudación.

Los expertos señalaron que esta controversia no es nueva, pero que se reavivó por la pandemia del Covid-19. Estos estados “ricos”, donde se recauda una buena proporción de los impuestos federales, piden una revisión al pacto para que los recursos federales sean redistribuidos en proporción a los impuestos que recaudan, explicó Carlos Cárdenas, académico de la Universidad Iberoamericana en Puebla y ex presidente del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

“Estos ingresos no son estatales, los estados quieren esos recursos, pero difícilmente van a obtener más saliéndose del pacto fiscal, si se salen no tienen acceso a los ingresos petroleros; el ISR e IVA son propiedad de la federación.

Es más lo que aporta la federación, que los recursos de los estados. Hay una dependencia importante a estos recursos”, agregó el investigador del Mecademi.

Si los estados dejaran el pacto, sin lograr quedarse con estos recursos, para obtener ingresos tendrían que comenzar a trabajar en la generación y recaudación de impuestos locales. Uno de los propósitos de la reforma de 2007 fue impulsar la recaudación local, pero no sucedió”.

Hasta aquí, lo que leemos en la revista Expansión.

Otros expertos estiman que la postura rupturista de estos mandatarios es una pose, para conseguir otros propósitos.

Sobre esta interpretación, el Senador Ricardo Monreal Avila, de MORENA, declaró que se trata de presiones o chantajes pero que no podrán doblegar al poder ejecutivo federal, porque tiene un sustento democrático irreprochable.

Andrés Manuel López Obrador dijo en un principio que no aceptaría la invitación de reunirse con los Gobernadores para discutir este tema, porque seria rebajar la investidura presidencial.

Pero parece que cambió de parecer y se reunirá con algunos de ellos, a condición de que no sea para grillar ni caer en politiquerías, según la expresión textual.

Con tono enfático, el jefe del poder ejecutivo federal mantiene su decisión de no dar más dinero a los Gobernadores, e inclusive ha dicho que haciendo cuentas, hasta le salen debiendo.

Esto no es cuento ni exageración. Muchos Gobernadores no han pagado a la federación el ISR, ISSSTE y FOVISSSTE, hasta por un monto global de 70 mil millones de pesos.

Pero aclara a renglón seguido, “para que no haya malas interpretaciones”, que no les está cobrando el dinero, solo lo menciona para que sepan que no lo ha olvidado.

Algunos especialistas en el tema califican de disparate la sola mención de salirse del pacto fiscal, pues en esas condiciones, los Gobernadores se ahogarían en deudas.

La recaudación fiscal de cada Estado no es suficiente para cubrir sus necesidades y necesita de aportaciones adicionales, que derivan de percepciones ajenas a su propia naturaleza.

Citan como ejemplo el fondo creado por excedentes petroleros, que se reparte entre entidades que no tienen hidrocarburos en el subsuelo.

El espíritu del pacto fiscal, es recaudar dinero entre los Estados más ricos, para repartir entre los Estados más pobres, en una especia de justicia económica social.

En esta tesitura, es absurdo pedir que la recaudación de cada Estado se gaste allí mismo, no funciona así el convenio de coordinación fiscal, en un República.

Ya quedó claro que los Gobernadores del cartel del PAN no busca la fragmentación del país mediante la salida del pacto federal, pero también deben entender y aceptar que es indestructible el pacto fiscal.

Son perfectibles los términos en que está redactado el convenio de coordinación fiscal, para actualizar la normatividad del reparto del pastel fiscal, pero sin que implique confrontación, pleito, reyerta, como lo plantean algunos Gobernadores del cártel.