José Guadalupe Rocha Esparza
Dicen los visitantes que los retratos exhibidos en el Museo del Prado sólo les falta hablar, sitio donde admiran las 130 pinturas del artista sevillano, obras maestras que lo consagran como uno de los grandes del mundo, pintor de la cámara del rey Felipe IV durante 40 años, talentoso andaluz, afanoso, alto, delgado, apuesto, tez aceitunada, bigote y melena castaños.
Diego Velázquez, pintor barroco español en temas religiosos, mitológicos e históricos, además paisajes, de estilo naturalista y gran luminosidad, con pinceladas rápidas, breves, sueltas, abocetadas y trazos largos de enorme precisión. Primero en llevar a la pintura la vida popular; primero en pintar tipos de humildes plebeyos y primer artista español en pintar un desnudo.
“El triunfo de Baco” de 1628, “La fragua de Vulcano” y “La túnica de José de 1630, “Las lanzas” de 1635, “Venus del espejo” de 1650, “Las meninas” de 1656, así como los retratos de Góngora, papa Inocencio X, infante Don Carlos, bufón Calabacillas, Juan de Pareja y Príncipe Baltasar a caballo, condensan su legado. Muere en Madrid a los 66, asistido por Su Majestad.
