Maestras ortográficas

febrero 8, 2021

José Guadalupe Rocha Esparza

Ahora que el idioma tal como lo escribimos hoy está a punto de desaparecer destruido por los nativos digitales en las redes, rindo sentido homenaje a mis maestras de primaria, de quienes aprendí todo lo que sé de ortografía. Se llaman y viven en Chihuahua María Valles, Socorro García, Estela Sánchez, Carmen Gutiérrez, Estela Chacón y Alba Ochoa.

Aún las veo paseándose entre las filas de pupitres mientras repetían lenta y espaciadamente en voz alta las palabras del dictado. Sentía su presencia detrás. Sabía que inspeccionarían en mi cuaderno la hache, la jota, la uve, la elle, la labial, la labiodental y que probablemente cualquier horror ortográfico iría acompañado de un correctivo físico o llamada de atención.

La Real Academia suele aceptar con gran parsimonia nuevos vocablos de la calle mientras hoy los niños están creando cada día con los dedos un lenguaje distinto. En esta lucha desigual quiero reverenciar a mis admirables maestras de la escuela “2-82” y “Adelante” que me enseñaron a escribir bien con una ortografía que ya forma parte de la melancolía.