José Guadalupe Rocha Esparza
Una de las mujeres más interesantes, inusitadas y polémicas de la literatura mexicana fue Pita Amor, rodeada siempre de controversia, irreverente, excéntrica, vientos huracanados y voz de estrepitoso trueno. Ovacionada por sus recitales de poesía, dada su belleza, personalidad y memoria desbordante. Ideática, difícil, temible, revoltosa e incontenible.
“…Gran Tlatelolco inocente, tus muertos son inclementes, vivirás siempre en mi frente…” De afán exhibicionista, posa desnuda para Diego Rivera. Amante de su mecenas, Pepe Madrazo, 42 años mayor que ella. Confesa de su amor platónico por Alfonso Reyes. Su hijo Manuelito Camargo muere ahogado a los 19 meses de nacido. Desde entonces pierde la razón.
“…Maté yo a mi hijo, bien mío, lo maté al darle vida…” Se vuelve la “Reina de la Noche” en la Zona Rosa CDMX. Deambula por sus calles vestida de libélula o mariposa. Sus consagradas obras fueron “Yo soy mi casa” y “Décimas a Dios”. Su epitafio dice: “Mi cuarto es de cuatro metros, mi cuerpo mide uno y medio, la caja que me espera, será el final de mi tedio”.
