Vida inculta

mayo 24, 2022

¿Cómo será la vida sin cultura? De momento ya tenemos un mundo que ha optado por desembarazarse paulatinamente de la cultura de la palabra. Un síntoma es la drástica disminución del hábito de la lectura. Ésta se ha hecho superflua. La población dice no tener tiempo para leer, o que prefieren dedicar su tiempo a otras actividades más útiles y divertidas.

El acto de leer un texto de cierta complejidad mental se ha transformado en un acto altamente dificultoso y, para muchos, imposible. Prefieren la instrucción de un manual, mensaje breve o titular de noticia. El cuasi lector rehúye las cinco condiciones mínimas inherentes al acto de leer: complejidad, memoria, lentitud, libertad y soledad. Abomina lo laberíntico.

La mayoría de nuestros contemporáneos no puede leer un solo libro significativo. Sustituyen el acto de leer por el acto de mirar. La utilidad, la apariencia y la posesión parecen, hoy, valores más sólidos en la supuesta conquista de la felicidad. Una vida sin cultura no es ni siquiera vida, sino un pobre simulacro. ¿O quizá la vida sin cultura sea mucho más feliz? ¿Será?