El hostigamiento y el acoso sexual en oficinas gubernamentales, además de quebrantar los Códigos de Ética institucionales, constituyen delitos, expresiones de violencia e inequidad de género manifestadas en conductas despreciables de naturaleza sexual no recíproca que atentan contra la integridad física, psicológica, religiosa y económica de las personas.
El hostigamiento implica una agresión a través de las relaciones de trabajo, asociadas a un premio o castigo, expresadas en actitudes lascivas verbales y/o físicas, mientras que el acoso crea un ambiente ofensivo u hostil que interfiere en el desarrollo de las habilidades laborales, dado que existe un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión.
Ambos comportamientos, pérfidos y alevosos, implican también una transgresión a los Derechos Humanos, al negársele a la víctima el principio de la igualdad de trato. Para ello, el Centro de Justicia para las Mujeres, brinda servicios especializados, integrales e interinstitucionales en cada entidad federativa, garantizando su derec
