Discordias intestinas

noviembre 23, 2022

Hoy nuestro país vacila, a nadie satisface, a todos descontenta, entibia a los amigos y envalentona a los enemigos. Ánimos exasperados que atizan el incendio que vivimos entre fustigadoras palabras, denuestos, vituperios, excitando discordia, provocando venganza, cansancio, disgusto. Lucha de ideas e intereses, atmósfera infestada, vórtices de anarquía a la vista.

Nuestra nación necesita un poco de paz a la sombra del imperio de la ley; una política elevada, leal, cuerda y previsora; una acción directriz rápida, vigorosa, acertada y suave, estructurada dentro de un impecable legalismo; una estrategia cintilante para calmar pasiones, conciliar ánimos, borrar toda reyerta estéril; voluntad nacional para reencontrar sosiego, estabilidad, luz.

Nuestro México no abandona a los ciudadanos que emprenden con aliento y brío la ardua tarea de no caminar al ocaso; que llaman a la tolerancia cuando se combate al adversario, sin olvidar la indulgencia; que apelan a la prudencia; conducta digna, decorosa y firme, no el aplauso pasajero de las turbas; energía de voluntad para no vivir un México desventurado mañana.