Noviembre 24, XCIII aniversario luctuoso de George Clemenceau, político francés de espíritu combativo, orador impetuoso, apasionado y dialéctica arrolladora, ministro del interior, presidente de la Comisión Senatorial del Ejército y del Consejo, artífice de la victoria de Francia en el conflicto militar y director de los periódicos “La Justice” y “L’Aurore”, además de escritor.
En su obra Grandezas y miserias de una victoria, decía que ambiciones y desfallecimientos son propios de la humanidad de todos los tiempos, donde vencedores y vencidos marchan hacia un destino común, bajo nombres diferentes. Derrotas pasajeras o triunfos desmoronados; emotividades bélicas y gestos de heroísmo, para bien o mal, cenizas de una vida egoísta.
En su obra Demóstenes, afirma que el orador ateniense más relevante de la historia, se elevó por encima de su derrota merced a la fuerza de su voluntad, su irrefrenable energía, su ideal que rebasaba la ordinaria medida y árbitro de su destino. Dice que, como el paladín de las más hermosas causas, la victoria se labra, se forja por una continua virtud de resistencia.
