Diciembre marca el final de mi treceavo lustro de vida. Diciembre es ya un comienzo nuevo. De aquí para adelante habrá que estar atento, no perder ni un momento, ni un día, ni un instante. Lo de ayer no es bastante, ha sido un buen intento. Diciembre cierra un ciclo, una etapa de 65 años. Empezar de nuevo, sin pena ni miedo, otro interesante e irrepetible periodo, D.M.
Diciembre, nuevo comienzo, tercera etapa, tiempo de cuidar lo realizado, cosechar los frutos, significar la vida, trascender. Cuidarse, ejercitarse, descansar, cultivar el alma, disfrutar pequeñas raciones de comida sana. Ordenar prioridades sin urgencias que las avasallen. Emprender el doble desafío de volvernos más sabio y de sentirnos cada vez más vivo, D.M.
Diciembre es para llegar satisfecho por el camino transitado, alegre a pesar de todas nuestras limitaciones, obstáculos e imprevistas caídas. Diciembre es para seguir, vivir para avanzar con armonía, aceptarse, quererse. Ayudar a quienes se rezagan. Dejar vivas señales de nuestro modesto aprendizaje para los que lleguen después. Iniciamos, D.M., un nuevo viaje.
