Diputados de Morena suavizaron el tema de terrorismo fiscal, ante la presión de la oposición

octubre 20, 2021

• El PRI puso el tema sobre la mesa desde la semana pasada, para que fuera discutido y analizado, a fin de evitar que este sector de la población fuera víctima de la fiscalización y persecución

Ciudad de México, 20 de octubre de 2021.- Después de que, desde la semana pasada, el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (GPPRI) advirtiera el riesgo de obligar a los jóvenes a tramitar su Registro Federal de Contribuyentes (RFC), como lo estaba proponiendo el Ejecutivo Federal en el Proyecto de la Miscelánea Fiscal de la Federación, los diputados de Morena suavizaron el tema, ante la presión de la oposición.

Al abrirse el debate, el diputado federal Hiram Hernández Zetina manifestó que la modificación al Artículo 27 del Código Fiscal de la Federación es una simulación, ya que no se elimina la obligatoriedad para que los jóvenes se tengan que dar de alta ante el SAT, aunque si especifican que no se les va a sancionar.

Sin embargo, el legislador priista consideró que el cambio a la propuesta no es suficiente y se abre la puerta para que este sector sea víctima de la fiscalización y la persecución.

A nombre de la bancada tricolor que coordina el diputado Rubén Moreira, el líder de los jóvenes priistas cuestionó que no se tomaran en cuenta las modificaciones y reservas expuestas por los partidos de la coalición “Va por México”, conformada además del tricolor, por Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).

Tras preguntar si la voz de esta alianza no vale, recordó que para que un parlamento funcione, se necesita tener vivas las reglas de la tolerancia, de la contención institucional y del respeto mutuo.

“Somos un parlamento que debe colaborar para servirle a la Patria. No para estar divididos por intereses oscuros, por agendas personales, ciegamente, como si fueran robots”, subrayó.

Hernández Zetina admitió que la presión de la alianza frenó que Morena insistiera en su pretensión de imponer sanciones a los jóvenes que no se inscribieran en el SAT, lo que significa un triunfo, pero sigue siendo una aberración de los morenistas, porque la obligatoriedad fue aprobada por los legisladores del partido oficial.