Una tamaulipeca ejemplo

junio 30, 2019

El miércoles tuve la fortuna de asistir al Congreso del Estado, a la sesión pública solemne en donde el titular del Poder Ejecutivo del Estado, el Licenciado Francisco García Cabeza de Vaca impuso la Medalla al Mérito “Luis García de Arellano” en su edición 2019, a la Maestra Diana del Carmen Guardiola Sáenz, por su aportación a la lingüística y literatura en el ámbito nacional e internacional.

Y digo “la fortuna”, porque les comparto que hace ya rato que no me emocionaba tanto un discurso ciudadano. (Tal vez porque observé en ella cómo se le desborda su amor a “las letras” y el correcto uso del lenguaje, y eso, lamentablemente es poco común).

En realidad, es inmedible e incalculable de qué tamaño es el bien que la Maestra Guardiola Sáenz arrastra tras sus pasos en el estudio y enseñanza del español, y las aportaciones con las que por décadas ha contribuido a la educación de la niñez y la juventud mexicana.

Porque más allá de que haya terminado ya su tercer maestría en Lexicografía Hispánica, y las muchas obras que a través de los años han orientado a miles y miles de niños y jóvenes a que se les haga más fácil la lectura y la comprensión de nuestro idioma, y por lo tanto no solo arraiguen su sentido de pertenencia e identidad con nuestras raíces, sino que, además emprendan a partir de esas bases sólidas su futuro aprendizaje en cualquier materia en la que quieran profundizar; lo que más me conmovió de su personalidad fue su humildad, su gratitud con la vida (su familia, equipo y maestros), su pasión por lo que hace y el deseo aún firme de seguir alcanzando metas, no obstante todas las ya alcanzadas en su vida.

Estos últimos cuatro rasgos de su valía como ser humano, los dejó patentes en varias partes de su sencillo pero emotivo y penetrador discurso; y es que no era para menos, con mucha clase y conocimiento de lo importante de las palabras, hizo gala de cómo puede persuadirse a un auditorio de manera genuina. “…Gracias a esta Honorable Cámara por considerar que merecía ostentar la Medalla Luis García de Arellano en su edición 2019. Créanme, la portaré con orgullo. Consciente de que hay muchos otros tamaulipecos de gran valía que bien podrían estar ahora mismo en este recinto” “…La inspiración de todo proyecto que realizo está en la niñez y en la juventud mexicana…”

Dijo en su oportunidad, que a su consideración, México tiene un rezago de 50 años en la lectura. -¿Qué falta o por qué no leer? Y respondió: A veces queremos que los niños hagan lo que los papás no hacen. Tiene que haber congruencia. No toda la culpa la tienen los maestros ni el sistema educativo… Qué razón le asiste a la Maestra, estimado lector.

Pero si con algo me quedé, fue con lo que dijo casi al final de su intervención frente a representantes de los tres poderes del estado, legisladores estatales, magistrados y demás servidores públicos estatales y municipales: “Y ahora este premio que me conceden, pues es un auténtico peligro para mí, porque se redoblan mis ganas de soñar nuevos sueños, y ejecutarlos, desde luego, pero creo que bien vale la pena el esfuerzo y la entrega.”

Enhorabuena por la Maestra Guardiola Sáenz, por haber recibido el máximo galardón otorgado por el Congreso del Estado para honrar a mujeres y hombres tamaulipecos distinguidos por sus servicios eminentes prestados al Estado, a la Patria o a la Humanidad.

Necesitamos más mujeres y hombres tamaulipecos así, para realmente progresar. Humildad, Gratitud, Pasión y Perseverancia… Así, con mayúsculas.