Mas verdad y menos mentira

mayo 10, 2018

El poeta, ensayista y Premio Nobel mexicano Octavio Paz, publicó el 11 de octubre de 1943 en el diario Novedades el artículo titulado: “La mentira en México”, en el cual, señaló que, “el valor de los ingleses para decirse las verdades y para resistir que se las digan es el fruto de su prosperidad material, de su salud moral y de su seguridad interior”.

Todos sabemos que las mentiras dentro del ámbito político forman parte del quehacer cotidiano, pero en temporada electoral caen como gotas de lluvia en un torrencial, y, por más que utilicemos paraguas, al final, más de una decena impactarán en nosotros. En contraparte, pocos son los funcionarios de alto nivel que hablan con la verdad nombrando las cosas por su nombre, y pasan a la historia como hombres y mujeres de estado, como prueba de ello; vale la pena mencionar a la Doctora Janine Otálora Malassis, Magistrado Presidente de la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral, quien el pasado mes de abril, tras la resolución que permitió la incorporación de Jaime Rodríguez “El Bronco” a la boleta presidencial señaló, “no podemos permitir que quienes aspiren a cualquier candidatura para ocupar un cargo de representación popular, de un inicio realicen acciones que cuestionen su ética y su compromiso con la democracia”.

Así mismo, esta semana volvió a sorprendernos con su participación durante una conferencia que impartió en el “X Encuentro Universitario con el Poder Judicial Federal”, ahí, habló directo sobre la problemática que representa la violencia política generalizada que vivimos, pero además, hizo un llamado para frenarla, pues a través de ella, hoy se decidie quién está y quién no está en la boleta electoral. Por mi parte, considero que esta nota debió ser la de ocho columnas de los principales diarios nacionales, sin embargo, prefirieron mandarla a interiores.

La ética profesional de la Doctora Janine Otálora, nos da una muestra de su apertura y compromiso con la verdad, pues al tocar temas reales y sensibles para la ciudadanía, manda una señal de cambio en el modelo comunicacional de su institución, y mientras pocos funcionarios ponen nombre y apellido a los fenómenos políticos y sociales en el país, existen otros, que, enfundados en el disfraz de candidatos a diversos cargos de elección popular, se comportan como “El flautista de Hamelin” y recorren calles, brechas y veredas enarbolando la bandera de la mentira para enamorar a un sinfín de fieles seguidores.

México necesita más verdad y menos mentira, aunque la dosis de realidad nos duela, será la medicina que nos salve de los tramposos soliloquios políticos que denigran la maltrecha función pública y actividad política, pues hemos llegado a un grado frágil de credibilidad en la mayoría de las instituciones, que, de continuar con la dinámica del engaño, el país puede sufrir una escalada en los fenómenos de corrupción, delincuencia, desempleo y volatilidad en el mercado.

Reconozco el valor civil y moral de la Magistrado Janine Otálora Malassis por llamar a las cosas por su nombre, sobre todo en un país donde por siglos la mayoría de gobernantes y actores de poder han informado con verdades a medias, pero sobre todo, por tratarse de quien encabeza las tareas del máximo tribunal en materia electoral, órgano que protege y garantiza el orden constitucional democrático y el pleno ejercicio de los derechos político-electorales de los mexicanos.

Por tal motivo, concluyo con un par de líneas del ya citado artículo de Octavio Paz, “muchos pueblos gozan de la libertad de expresión, pero pocos la utilizan para mentirse entre ellos, calumniarse o engañarse”.

Twitter: @karloskgv