Jorge Barraza: El reto Sudamericano de cara a Qatar 2022

julio 23, 2018

23 de Julio del 2018.

Ni campeón, ni subcampeón, ni semifinalistas, ni goleador, ni Balón de Oro, ni figuras… Nada. Ya está, ya pasó. Rusia 2018 no dejará de ser un desagradable recuerdo para el fútbol sudamericano. Para el próximo Mundial, Sudamérica cumplirá veinte años sin títulos. Pero es preciso dar vuelta a la página y empezar a pensar en Qatar 2022, más que como el próximo torneo como un desafío para volver con todo a la cima.

Faltan casi cuatro años y medio, hay tiempo para recuperarse, pero ¿qué hacer para que el fútbol de la región vuelva a reinar en un Mundial o, al menos, ser protagonista importante…? Esa fue la pregunta de cientos de periodistas en el centro de prensa. Tal vez un gran foro de debate en el que participen técnicos, futbolistas, dirigentes y hasta periodistas, pero ¿le interesará a alguien convocarlo…?

* TORREIRA. Tan magro ha resultado este Mundial para el fútbol sudamericano que ni pases de jugadores de este continente se registran, lo cual es inquietante, pues al menos nos quedaba presumir de producir la materia prima. El mercado de transferencias en Europa explota, todos los días se anuncian fichajes o hay gestiones firmes, pero no envuelven a futbolistas del continente. Los pocos traspasos que involucraron a sudamericanos son los del volante uruguayo Lucas Torreira, que fue de la Sampdoria al Arsenal, y del arquero brasileño Alisson, de la Roma al Liverpool. Lo llamativo es que ni juegan acá: Torreira desempeñó toda su carrera en Italia, desde juvenil, y Alisson también venía jugando en ese país. Arthur, volante del Gremio, llegó al Barcelona, pero el pase estaba concretado desde hace mucho tiempo, y no por su actuación en el Mundial, pues no fue convocado por Tite. Otro que es requerido por el FC Barcelona es Willian, el brasileño del Chelsea, pero no por descollar en Rusia, que no lo hizo, sino porque en la última Champions le marcó un gol al equipo catalán y fue la estrella del partido.

* BECKENBAUER. “¿Qué pasó con Alemania…? Faltó actitud. Un Mundial no se puede jugar así. Cuando se confecciona la lista de los 23 elegidos hay que dejar las amistades de lado”. La respuesta del Káiser al diario Bild sobre la actuación de la selección que defendía el título. Les pegó un palo a los jugadores y, en menor medida, a Joachim Löw, dando a entender que no debió casarse con varios de los que le dieron el título en Brasil 2014. Tiene razón: se extinguía el partido con Corea del Sur, necesitaba apenas un gol y, salvo Matts Hummels, nadie mostró la mínima rebeldía para buscarlo. La siempre ponderada casta guerrera de Alemania no apareció. Aún persiste en toda Alemania el malestar con Özil y Gundogan, quienes se tomaron una foto con el cuestionado presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y la publicaron con la leyenda “Nuestro presidente”. Özil y Gundogan son hijos de padres turcos, pero nacieron y se criaron en Alemania y defienden esta camiseta.

* MBAPPÉ. “En un momento, le dije: “Vas a ser el jugador más amonestado del Mundial, deja de ser malo así”. Pero tuvo dos tarjetas amarillas. Por lo que hace sobre el terreno, a veces ridiculiza a los oponentes. Debe tener cuidado. Ser humillado nunca es agradable, no se debe humillar. Le dije: “Tienes suerte de que no soy tu oponente, porque te atraparé y ¡créeme que no me llevo una tarjeta amarilla!”. Estos son pequeños defectos entre el espectáculo y la falta de respeto”. Textual del DT de Francia, Didier Deschamps.

* GRIEZMANN. En la misma entrevista para el diario L’Equipe, Deschamps deslizó: “Espero que algún francés gane el Balón de Oro”. No dijo cuál, pero sugirió que Antoine Griezmann “lo merece”. En verdad, Griezmann viene de lograr la Europa League con el Atlético de Madrid (hizo dos goles al Olympique de Marsella en la final), campeón en Rusia siendo la figura estelar de Francia. Y marcó 29 goles en la temporada con el club español. Pero, tal vez más que eso, al retrasarse en el campo su juego ha dado un impresionante salto de calidad, revelándose como un brillante conductor y distribuidor de juego.

* MBAPPÉ II. “Estábamos con el padre de Mbappé y lo interesamos por el Barcelona, y estaban dispuestos, al jugador solo le preocupaba que allí tendría por delante a Messi, Suárez y Neymar, y él prefería ir a un club donde pudiera jugar de entrada. En eso se produjo la salida de Neymar y entonces le dejamos el número de su padre a la dirección deportiva del Barcelona. Pero ellos prefirieron fichar a Dembelé. Dijeron que la forma de jugar de Mbappé no encajaba en el estilo del Barsa”. De Josep Maria Minguella, famoso exagente de jugadores y barcelonista a prueba de balas.

* TOSTAO. Confeso admirador de Neymar, de quien dijo podía ser el segundo mejor jugador brasileño después de Pelé, el campeón del 70, hoy comentarista, escribió en Folha de Sao Paulo: “Mbappé es el crack revelación. No sé por quién votaría como mejor de la Copa. Muchos fueron brillantes, incluyendo Mbappé. Si Neymar se dedica a bobear, alguno de ellos se agregará en la cola y se convertirá en el heredero de Cristiano Ronaldo y Messi. Las críticas a Neymar, que ya existían desde el inicio de su carrera, estallaron y se convirtieron en chacotas y chistes mundiales. Él es el responsable de ello. Hay una exageración, un placer en derribar a una celebridad, pero también un aviso de que el fútbol no tolera los cai-cai (los que viven tirándose) y los simuladores. Él tendrá que cambiar para salvar su carrera. Para ello, necesita la ayuda de profesionales y no de aduladores.

* BIELSA. A los cinco meses de estar dirigiendo en el Olympique de Marsella, Marcelo Bielsa, en una de sus habituales conferencias de prensa acertó un pleno: “Creo que el fútbol francés tiene a los mejores jugadores jóvenes del mundo, me parece la expresión máxima de esta liga”, dijo. Y agregó: “Los grandes equipos del mundo, los más poderosos del mundo, van a comprar 15 jugadores de esta liga menores de 25 años”. Y aunque es bastante cierto que segundas partes no resultan buenas, el 90 % del plantel que acaba de coronarse en Rusia podría, por edad, estar en perfectas condiciones para Qatar 2022.

Se va perdiendo el eco del Mundial, solo queda la melancolía. Y esperar a diciembre del 2022.