Hombres más jóvenes registran mayor incidencia de infartos

febrero 14, 2018

Toluca, Estado de México, 14 de febrero 2018.- En el Centro Médico del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) se atienden de 25 a 30 pacientes por mes con infarto agudo al miocardio, entre los cuales cada vez se presentan casos a más temprana edad.

Anteriormente, el rango aproximado era entre los 55 y 60 años, pero en la actualidad la edad promedio es de 45, así lo dio a conocer Marco Hernández, jefe del Servicio de Cardiocirugía de este hospital. Mencionó que la mayor incidencia se registra en hombres, ya que la mujer tiene un factor protector llamado estrógeno, lo que favorece a las arterias y crea un equilibro entre colesterol malo y bueno.

Detalló que, antes de la menopausia, la estadística es de tres hombres por una mujer con esta patología, mientras que ya en la menopausia o posterior a ella el factor se vuelve uno a uno. Explicó que las enfermedades del corazón son multifactoriales, las cuales se desarrollan de forma progresiva a consecuencia de los malos estilos de vida, entre los que destacan la mala alimentación, falta de ejercicio, tabaquismo, estrés, hipertensión y diabetes, que son factores de riesgo para que éstas se detonen.

El especialista dijo que en este tipo de cardiopatías existen síntomas clave como dolor opresivo en el pecho que causa náusea, sudoración y que se asocie directamente con situaciones de estrés o esfuerzo físico. También se presentan palpitaciones aceleradas no relacionadas con actividades físicas e hipertensión nocturna, es decir, sensación de falta de aire que les despierte súbitamente. Además de mareo, dolor de cabeza constante, zumbido de oídos, ver “lucecitas” parpadeantes y/o visión doble.

Marco Hernández señaló que es importante acudir a centros de atención primaria como clínicas familiares o de consulta externa para recibir orientación sobre hábitos y estilos de vida. En aquellos casos en los que, pesar de toda la prevención, los síntomas continúan, se les prescribirán fármacos para detener o revertir la enfermedad a fin de evitar el tercer nivel donde se habla ya de tratamiento especializado o hasta cirugía.