Impulsa Rubén Moreira prohibir uso de animales en la industria de cosméticos.

septiembre 17, 2020

• Productos cuya fórmula final o alguno de sus compuestos haya sido probados en ellos, no podrán ser importados ni comercializados

Palacio Legislativo, 17-09-2020 (Notilegis).- El diputado Rubén Moreira Valdez (PRI) impulsa una iniciativa para prohibir utilizar animales en la fabricación de cosméticos y que productos cuya fórmula final o alguno de sus compuestos hayan sido probados en ellos, no puedan ser importados ni comercializados.

En un comunicado, indicó que su propuesta busca reformar la Ley General de Salud, ya que actualmente existen nuevas tecnologías que han resultado efectivas y económicamente viables, permitiendo realizar pruebas a la industria cosmética, garantizando el uso seguro de sus productos en humanos, sin tener que pasar por el proceso de emplear animales.

Lo anterior, «ha permitido que las marcas que han empleado estas nuevas tecnologías sean declaradas ‘cruelty free’ o libres de pruebas, llevando un sello en su empaque que los certifica».

“Los ensayos de toxicidad de productos cosméticos responden a una necesidad secundaria del ser humano, por lo que el dolor y los efectos sufridos por los animales son completamente desproporcionados al satisfactor generalmente estético que el ser humano busca llenar con estos productos”, agregó.

Moreira Valdez comentó que el país cuenta con instrumentos jurídicos, tanto a nivel federal como local, que se encargan de brindar protección a los animales, estableciendo incluso, sanciones penales en caso de maltrato.

«Respetar la vida e integridad de los animales es un deber ético y una responsabilidad de todos. Al hablar de las formas de ejercer la crueldad animal generalmente pensamos en maltrato a animales domésticos o de carga; sin embargo, existen otros ámbitos donde miles de animales sufren y mueren cada año a causa del hombre».

El legislador por Coahuila explicó que los animales son usados en la industria de productos cosméticos para hacer pruebas, con la finalidad de que puedan ser usados por los humanos sin correr riesgos.

«Lamentablemente esta industria que, según datos oficiales vende 10 mil millones de dólares al año, no tiene prohibiciones o regulaciones en cuanto al uso de animales vivos, para las diferentes pruebas que emplean», concluyó.