Médicos y enfermeras de los hospitales de Florida esperan este lunes la llegada de un primer lote de 179.400 dosis de la vacuna contra el COVID-19, que se produce en tiempo récord en los laboratorios de Pfizer, en Michigan, a 1.400 millas de distancia de Miami.
Las primeras dosis en el Estado del Sol serán recibidas en cinco redes hospitalarias, incluidos el Jackson Memorial Hospital, en el condado de Miami-Dade, y el Memorial Regional Hospital, en el vecino condado de Broward.
“Estamos esperando la vacuna contra el COVID-19 y tenemos nuestros refrigeradores de -80 necesarios para almacenarla”, dijo Vanessa Goodnow, directora de farmacia del Jackson Health System.
El transporte rápido es clave para la vacuna, especialmente porque el inoculante debe almacenarse a temperaturas extremadamente bajas, alrededor de 94 grados Fahrenheit bajo cero, unos 70 Celsius bajo cero; según los expertos.
“Estamos emocionados, y esa es realmente una esperanza de que de que haya una luz al final de este túnel”, dijo el Dr. Peter Paige, médico principal de Jackson Memorial Hospital y director médico del Condado de Miami Dade.
Según el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el plan de distribución de vacunas en el estado será el siguiente:
- Se enviarán 97.500 dosis a los hospitales para administrar la vacuna al personal sanitario de alto contacto y exposición.
- Se enviarán 60,450 dosis de vacuna a las farmacias de CVS y Walgreens para su uso en centros de atención a largo plazo. Ambas empresas tienen un contrato con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU para administrar vacunas dentro de esas instalaciones.
- 21.450 dosis de vacuna irán directamente al Departamento de Salud de Florida.
Entretanto, la Dra. Aileen M. Marty, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Internacional de Florida, advirtió que “una cantidad de 179.400 suena como una enorme cantidad de vacuna”, pero “en realidad es muy poca en comparación con nuestra población”, estimada en Florida en unos 23 millones.
Durante más de nueve meses, los trabajadores de la salud en los hospitales del sur de Florida han arriesgado sus vidas para combatir la pandemia. Ahora, con la llegada de las vacunas, muchos dicen sentirse más optimistas.
