José Guadalupe Rocha Esparza
El 18 de noviembre de 1945 fueron recibidos como héroes. Las mujeres los acosaban por la calle y los niños querían ver de cerca las medallas que llevaban en el pecho. Eran los militares mexicanos que habían combatido contra Japón en la II Guerra Mundial, integrantes del Escuadrón 201, con 25 aviones P-47 Thunderbolt, “Bola de Fuego”, en Luzón, isla filipina.
30 pilotos, “Águilas Aztecas” y 268 integrantes del personal de tierra, se impusieron a 30 mil soldados del “Sol Naciente” en 96 misiones bélicas junto al general Douglas MacArthur, entre el 4 de junio y 26 de agosto de 1945, aviones equipados con 4 ametralladoras de .50 milímetros en cada ala, todos ellos con el logo de “Pancho Pistolas”. 5 pilotos fueron abatidos.
El 16 de septiembre de 2015, los últimos 16 combatientes que aún vivían, participaron en el desfile militar por el aniversario de la independencia. Fue el postrero homenaje que les rindieron. Sólo quedan vivos 9. Los demás están sepultados en el Monumento a las Águilas Caídas o Tribuna Monumental en Chapultepec, CDMX. ¡Honor a los guerreros de México!
