José Guadalupe Rocha Esparza
Uno de los edificios más bellos de la Ciudad de Chihuahua lo es, sin duda alguna, la “Quinta Gameros”, ubicada sobre la porfiriana avenida Paseo Bolívar esquina con la calle de la Llave, monumento artístico desde el año 2000 por su valor estético relevante, una gran mansión residencial, obra de gran calidad arquitectónica, de marcado clasicismo francés, “art nouveau”.
Julio Corredor Latorre, arquitecto colombiano, edificó en cuatro años por encargo de don Manuel Gameros Ronquillo, un acaudalado minero oriundo de San Jerónimo, hoy Aldama, el inmueble referido con sus ventanas, balcones de fierro, fachada en piedra, ornamentación labrada en cantera, escalera de doble rampa iluminada por un vitral, en el período 1907 a 1910.
El benefactor de la escuela de agricultura “Hermanos Escobar” sólo vivió en ella tres años. El matrimonio Russek Gameros la habitó de 1921 a 1926. Después se convirtió en un espacio de usos múltiples: prisión, hospital, Palacio de Justicia, educación pública, estación de radio, etc. En 1961, Museo Regional y desde 1968, patrimonio de la Universidad de Chihuahua.
