WASHINGTON, abril 18.— Luego de una jornada de especulaciones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este miércoles que el director de la CIA, y nominado por él para el cargo de secretario de Estado, Mike Pompeo, se reunió con el líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un.
Según trascendió, el viaje hasta la nación asiática tuvo como objetivo preparar el encuentro entre el inquilino de la Casa Blanca y Kim, que podría ocurrir en junio luego de las conversaciones entre el dirigente norcoreano y su homólogo del Sur, Moon Jae In, el 27 de abril próximo.
El anuncio de Trump se hizo público vía Twitter, cuando el mandatario escribió en su cuenta: «Mike Pompeo se reunió con Kim Jong-un en Corea del Norte la semana pasada. La reunión fue muy fluida y se generó una buena relación. Ahora se está trabajando en los detalles de la cumbre».
Así, crecen las esperanzas sobre este encuentro que podría conducir a la resolución pacífica y diplomática del conflicto intercoreano, caldeado por pruebas nucleares y misilísticas del Norte y por ejercicios militares conjuntos de EE. UU., la República de Corea y otros países.
Trump dejó ver además que el tema de la desnuclearización se incluirá en el esperado encuentro bilateral. «¡La desnuclearización será algo grandioso para el mundo, pero también para Corea del Norte!», afirmó el mandatario norteamericano, citó PL.
Sin embargo, al recibir al primer ministro japonés, Shinzo Abe, para un diálogo que concluyó este miércoles, Trump señaló el martes como una posibilidad que los preparativos no vayan bien, «y no tendríamos encuentro, veremos qué pasa».
Ese mismo día había expresado a la prensa que la administración había «comenzado a hablar directamente con Corea del Norte» y que estaba discutiendo lugares potenciales para la reunión.
«Hemos tenido conversaciones directas a niveles muy altos, niveles extremadamente altos», señaló Trump en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida, escenario de sus conversaciones con Abe.
Con su visita a la RPDC, el titular de la CIA, quien espera la confirmación del Senado como secretario de Estado en sustitución de Rex Tillerson, se convierte en el funcionario norteamericano de más alto rango que visita el país oriental desde el viaje de la entonces jefa de la diplomacia estadounidense, Madeleine Albright, en el año 2000, durante el segundo mandato del demócrata Bill Clinton.
