Málaga está de feria su origen se remonta a finales del siglo XV

agosto 17, 2018

María Esther Beltrán Martínez

Fotos: J.Carlos Santana

Málaga, España.- La ciudad de Málaga se encuentra de fiesta con su tradicional feria. La algarabía inunda la ciudad y está edición contará con un día más de fiesta al caer el día en que la ciudad fue conquistada por los Reyes Católicos en 1487.
Como en todas las ciudades Málaga tiene su feria, una fiesta que involucra a toda la familia y encuentra diversión por ocho o más días.
Son dos sedes:en el centro de Málaga, donde la cita es de mañana a tarde y el Cortijo de Torres, en el que se encuentran las casetas que empiezan a ser visitadas a temprana hora de la noche hasta la madrugada.
La Feria de Málaga 2018 dio inicio con un espectáculo piromusical cuya producción realizada, por primera vez en la ciudad fue por la empresa valenciana Ricasa (Ricardo Caballer) con una trayectoria internacional de reconocido prestigio. Creó un espectáculo cultural exclusivo para la ciudad denominado “Málaga mira al mar”.
Para los siguientes días, las calles principales del centro se encuentran diversos escenarios donde la música es uno de los principales protagonistas, así como los puestos donde se venden las tradicionales flores de tela en colores vivos en el que predomina el rojo. Aunque no luzcan vestido de flamenca, muchas mujeres se compran estas flores y las lucen en sus caballeras. Sombreros para caballeros y decenas de juguetes para los niños están a la venta.

La Feria de Málaga 2018, dio inicio con un espectáculo piromusical.

En la calle Larios que es la principal del centro de Málaga desfilan mujeres con garbo luciendo todo tipo de trajes de flamenca desde bebés hasta mujeres de 80 o más años. Caminan luciendo sus vestidos con escotes en la espalda, sus bolsas a juego y perfectamente maquilladas. En estas fechas la sonrisa luce y alegres se reúnen con sus grupos para bailar y cantar.
En las casetas se brinda con vino y se come jamón, queso, mariscos y gazpacho. Además de que se baila.
Es una fiesta de familia. Por la mañana y tarde los padres llevan a sus hijos a las actividades que se tienen desde cuenta cuentos, juegos, talleres, teatro, títeres y decenas de entretenimiento y cultura.
Los jóvenes pueden estar en el centro como en el Cortijo de Torres reuniéndose con amigos y disfrutando de las actividades y los juegos mecánicos, además que hay conciertos para todos los gustos, actividades para la tercera edad; como discotecas, que son visitadas por jóvenes nacionales como extranjeros donde muchos de ellos encuentran total embriaguez y en algunas ocasiones consumen drogas, lamentablemente este año se ha tenido un caso de exceso de estupefacientes.
A pesar de estas noticias, la mayoría son de un porcentaje de visitantes felices que viven sanamente
Y la feria sigue creciendo y siendo un símbolo de Málaga de distracción en el mes de agosto. Cabe señalar que la feria data de 1489, por Real Cédula de los RRCC, se concede a Málaga una feria mercado, que conectaría con una institución medieval clásica, presente en buena parte de las ciudades españolas y europeas en aquella época.
“Pero el inicio efectivo de los festejos actuales se producirá dos años después, en Abril de 1491, cuando por Acuerdo de Cabildo, el Ayuntamiento establece celebrar una Feria anual, el día de la Virgen de Agosto, para conmemorar la conquista de la ciudad. Esta sería la primera referencia sobre la celebración de nuestras Fiestas.
A lo largo de la historia los festejos tienen un carácter discontinuo e irregular, y en ocasiones se mezclan y diluyen con otras celebraciones religiosas como el Corpus, que durante algunos años llega a tener el valor de Feria.
Existen experiencias curiosas, como el hecho de que entre los años 1884 y 1886 se decide vincular los Festejos de la Ciudad a la Virgen del Carmen en un intento de darle un carácter marcadamente marítimo y de favorecer un turismo incipiente que empezaba a desarrollarse por aquellos años.Un hito clave en la Historia de nuestra Feria será el año 1887, IV Centenario de la Reconquista. Tras la intermitencia en la celebración de siglos anteriores se establece ya definitivamente una celebración con regularidad anual, con una duración de unas dos semanas y un contenido más fastuoso” explican voceros de la feria.

La feria sigue creciendo y siendo un símbolo de Málaga.