11 e Octubre del 2018.-En 2012 y 2013 la ganadería mexicana llegó a un punto crítico, producto del impacto de una serie de fenómenos meteorológicos que se presentaron en esos años.
Así es, México tuvo que hacer frente a la peor sequía en siete décadas, los productores se vieron obligados a vender su ganado, para evitar la muerte de sus animales por deshidratación. Asimismo, una granizada atípica en Zacatecas, cuatro huracanes en 2012 y las tormentas “Ingrid” y “Manuel” de 2013, obligaron al gobierno a tomar acciones emergentes para reactivar el sector.
Lo anterior, dio como resultado la reingeniería del programa de Fomento Ganadero de forma que favoreciera rápidamente la recuperación del hato nacional, la productividad y la rentabilidad en el subsector.
Entre los logros más destacados que podemos mencionar están:
La Potencialización de los Recursos, los cuales fueron canalizados en su mayoría al componente de repoblamiento con lo cual se financió la compra de 482,596 vientres.
Fortalecimiento del Progan Productivo, el cual para el cierre del primer semestre de 2018 tenía un avance del pago del 97% y al cierre de la administración habrá de estar cubierto en su totalidad.
El desarrollo del componente de Estrategias Integrales para la cadena productiva que agrupa todos los incentivos a la postproducción pecuaria.
Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico Pecuarios, que instrumentó la operación de centros de producción de material genético, con lo que se fortalece el comercio pecuario.
Sustentabilidad Pecuaria, se crea el componente de Bioseguridad Pecuaria que incentiva la integración de prácticas sustentables en las unidades de producción.
Todo lo anterior engloba a grandes rasgos lo establecido, en esta administración, en el subsector pecuario, y muestra una ganadería en franca recuperación, crecimiento y desarrollo.
