* Afecta empleos, competitividad y orilla a importadores y exportadores en ocasiones a mejor abandonar sus mercancías ante altísimos costos
6 de julio de 2017.- El pretendido incremento del 23.81 % en las tarifas de las navieras en puertos mexicanos, no sólo es excesivo y desproporcionado, sino que afecta e impacta sensiblemente al comercio, a la competitividad, y a la economía de México, además de que lesiona y trastoca fuentes de empleo. Es un golpe tan duro a importadores y exportadores que muchos se ven obligados a perder su mercancía que asumir esos altos costos.
Así lo subrayó el Presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana, (ANIERM), Arturo Pérez Behr, al señalar que adicionalmente a este incremento, cuando el Tratado de Libre Comercio está en vías de renegociación, nos toca buscar nuevos mercados donde la competitividad de México permita mantener el desarrollo del comercio mexicano, por lo que estas condiciones de ninguna manera están alineadas con las estrategias de desarrollo.
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En este contexto, detalló que se tienen que sortear malas prácticas de quienes tienen concesionados estos servicios, toda vez que estos imponen “paquetes a modo” que necesariamente tienen que ver con maniobras, reconocimiento aduanal, carga de camiones, guarda y custodia de las mercancías, etc. Los costos, entonces se duplicarían en los puertos mexicanos dificultando de manera integral todo el tema de logística.
Esto, nos lleva a que los gastos de operación se disparen. Se trata, dijo, de malas prácticas y ventajosas solo para una de las partes, que en nada abonan a la economía del país y por el contrario representan un lastre a los usuarios del comercio exterior.
Por tanto hizo un llamado a que la autoridad regule esas concesiones, porque dijo, esta situación inhibe, desalienta y golpea a este sector tan importante para la vida productiva del país.
De ninguna manera Estamos de acuerdo con estos incrementos dijo Pérez Behr, y sostuvo que se mantendrán atentos para que esto cambie, se ajuste a la realidad y ofrezca al comercio las condiciones necesarias en aras de que importadores y exportadores no vean mermados sus operaciones ya que también significan afectaciones al país.
Explicó por ejemplo que en supuestos de embargos precautorios, las empresas tienen que lidiar con contingencias legales como una posible suspensión al padrón de importadores. Lo anterior, sin menoscabo de la limitante de poder disponer de forma inmediata de sus mercancías; también enfrentan la carga de tener que pagar fuertes gastos a las navieras por uso de contenedores y demoras.
Insistió que es imperativo se regule no sólo los costos y que estos se uniformen a la realidad de la economía del país y alcance de los usuarios del comercio exterior. Igualmente, deben regularse los costos en casos especiales como el que se realice un embargo dentro del despacho aduanero
Hoy en día, agregó Arturo Pérez Behr, el gobierno ha apostado por impulsar figuras de comercio exterior que otorguen mayor competitividad a las empresas del comercio exterior, las cuales también de forma indirecta inciden en la simplificación de procedimientos y reducción de costos. Sin embargo, la forma en que se desarrollan las navieras se sale del contenido e intenciones de estos programas; puesto que debido a sus elevados costos lo que hacen es precisamente lo contrario, reducir la competitividad de los usuarios del comercio exterior.