21 de agosto de 2017.- El presidente Donald Trump se mostró este lunes abierto a la posibilidad de un acuerdo político con los talibanes que resuelva la larga guerra en Afganistán, y su secretario de Estado, Rex Tillerson, afirmó apoyar conversaciones entre ese grupo y el Gobierno afgano «sin condiciones previas».
«Quizá será posible tener acuerdos políticos que incluyan elementos de los talibanes», dijo Trump en un discurso a la nación para explicar su nueva estrategia en Afganistán y los países vecinos, desde la base militar de Fort Myer (Virginia).
En otro momento de su intervención, el presidente Trump advirtió a Pakistán de que tiene «mucho que perder» si sigue «albergando» a «organizaciones terroristas» y a los talibanes dentro de sus fronteras.
«Hemos pagado a Pakistán miles de millones de dólares mientras albergan a los mismos terroristas que estamos combatiendo. Esto tiene que cambiar y cambiará de inmediato», dijo durante el discurso ante 2.000 militares en Fort Myer.
El presidente advirtió además de que la alianza con Islamabad «no sobrevivirá» si este país sigue sirviendo de refugio de «militantes y terroristas que tienen como objetivo a militares estadounidenses».
Aunque el presidente puso énfasis en el «cambio» de estrategia hacia Pakistán, no precisó la manera en la que este se concretará. «Pakistán tiene mucho que ganar si trabaja con nosotros en nuestros esfuerzos con Afganistán. Tiene mucho que perder si sigue albergando a terroristas».
El presidente anunció asimismo que hará «cambios drásticos» a su estrategia en Afganistán, porque retirar a las tropas del país tendría efectos «inaceptables» en la región, pero no quiso precisar cuántos soldados enviará a esa nación que lleva ya casi 16 años en guerra.
«No vamos a hablar de números de tropas ni sobre nuestros planes de actividades militares», dijo Trump en un discurso a la nación para explicar su nueva estrategia en Afganistán y los países vecinos, desde la base militar de Fort Myer (Virginia).
Varios medios habían adelantado que Trump anunciaría un aumento de unos 4.000 soldados estadounidenses que se sumarían a los 8.400 que ya están en Afganistán, pero el mandatario no dio ninguna cifra y dijo que mantendrá parte de su estrategia en secreto.
«Un pilar central de nuestra nueva estrategia es un cambio de un enfoque basado en tiempos a otro basado en condiciones. He dicho muchas veces lo contraproducente que es que EEUU anuncie con antelación las fechas en las que esperamos comenzar o acabar nuestras operaciones militares», sostuvo Trump.
«Las condiciones sobre el terreno, no los plazos arbitrarios, guiarán nuestra estrategia a partir de ahora. Los enemigos de EEUU nunca sabrán nuestros planes (…). No diré cuándo vamos a atacar, pero atacaremos», añadió.
Trump aseguró que, al llegar al poder en enero y encargar al Pentágono una revisión sobre la estrategia en Afganistán, su «instinto original era una retirada» de las tropas que siguen en el país asiático un año y medio después del final de las operaciones de combate de la OTAN.
«El pueblo estadounidense está cansado de guerras sin victoria (…) y comparto la frustración» con «la guerra más larga de la historia» del país, la de Afganistán, afirmó Trump.
No obstante, opinó que «las consecuencias de una retirada rápida son predecibles e inaceptables», porque «crearía un vacío que los terroristas, incluido el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, llenarían rápidamente, como ocurrió antes del 11 de septiembre» de 2001.
«En 2011, Estados Unidos se retiró a toda prisa y equivocadamente de Irak, y nuestros costosos avances cayeron de nuevo en las manos de los enemigos terroristas», lo que «dio un refugio seguro al EI para expandirse», argumentó.
«No podemos repetir en Afganistán el error que nuestros líderes cometieron en Irak», subrayó Trump.