Texas. 29 de agosto de 2017.- El presidente estadounidense Donald Trump se dirigió este martes a la zona más afectada por la tormenta tropical Harvey en Texas, donde las inundaciones empeoraron tras la caída de nuevas lluvias durante la noche.
El Servicio Nacional de Meteorología anunció este martes que Harvey dejó casi 125 centímetros de lluvia en Pearland, en el sureste de Houston, Texas, lo que representa un récord para una tormenta tropical en el territorio continental estadounidense.
Trump consideró que la tormenta Harvey ha alcanzado «proporciones épicas» y expresó su agradecimiento a los servicios de emergencia y a las autoridades locales, que se han encargado de coordinar la evacuación de 17.000 personas en todo Texas.
Trump hizo estas declaraciones durante una reunión con el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, y otros oficiales en Corpus Christi, una ciudad de 320.000 habitantes que el viernes recibió el impacto del huracán cuando tocó tierra con vientos de 215 kilómetros por hora.
«La proporción ha sido épica. Nunca nadie ha visto algo como esto y sólo quiero decir que ha sido honor para nosotros trabajar con el gobernador y con todo su equipo», señaló Trump.
En la reunión también estuvieron presentes los dos senadores por Texas, Ted Cruz y John Cornyn, y el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long, a quien Trump dirigió varias palabras de reconocimiento por su labor para coordinar la respuesta a Harvey.
«(Long) realmente ha ganado mucha fama en la televisión en estos dos últimos días», bromeó Trump.
«Usted ha estado simplemente excepcional. Y puedo decirle que mis compañeros me están diciendo lo bien que sus agentes han trabajado de manera conjunta. Este es un verdadero equipo», añadió.
El mandatario dijo que aún no quería felicitar a nadie, pero expresó su deseo de que la respuesta a Harvey sirva como guía para saber cómo actuar ante nuevas catástrofes naturales.
«Queremos hacerlo mejor que nunca, queremos que dentro de cinco años o de diez años nos vean y digan esa era la forma de hacerlo», resaltó.
El huracán Harvey es el primer desastre natural al que se enfrenta Trump y, por eso, el mandatario está haciendo un esfuerzo para mostrar que puede controlar la situación.
Trump ya dijo durante el fin de semana que trata de evitar los errores que cometió en 2005 el presidente George W. Bush con el huracán Katrina.
Bush fue duramente criticado por la tardanza en la respuesta que dio a la devastación que dejó en Nueva Orleans (Luisiana) el Katrina.
Para evitar una situación similar, en el mismo momento en el que el huracán tocó Estados Unidos, Trump firmó una declaración de desastre para Texas, que le permite enviar asistencia federal para ayudar en las labores de reconstrucción.