* Si sigue minimizando los problemas que agobian a este país podría costarle muy caro.
Cortesia de: Libre Expresión
José Antonio Cuéllar M.
El camino que tendrá que recorrer José Antonio Meade Kuribeña, rumbo a las elecciones de este 2018, será difícil y de retos.
Si bien al inicio Meade despertó ser una propuesta atractiva, conforme avanzan los días de la precampaña, va perdiendo credibilidad, incluso entre la militancia priista.
Lejos de aceptar que el PRI y el gobierno de Enrique Peña Nieto han cometido errores, cayendo en excesos y actos de corrupción, se ha convertido en su defensor.
En lugar de enviar una señal de que él es una propuesta ciudadana que aceptó la invitación de un partido político para aspirar a la presidencia de la república, con el propósito de trabajar por un país mejor, sin ser priista se ha puesto la camiseta más que los priistas.
Meade se enfrenta contra Andrés Manuel López Obrador, que lleva 12 años en campaña, y cuyo nombre está identificado por la mayoría de los mexicanos, aunque eso no implique que tenga una buena aceptación. Las posturas hacia su persona y forma de pensar están divididas.
Otro adversario es Ricardo Anaya Cortés, el “joven maravilla” que pese a ser cuestionado por buena parte de la militancia panista de ser autoritario, hacia afuera del partido proyecta una imagen fresca y de aceptación en la sociedad, principalmente en el sector juvenil que será decisivo en la votación de las elecciones de este año.
Y se acrecenta la posibilidad de que Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” que van por la vía independiente, queden registrados en la boleta electoral. En ambos casos, no puede desdeñarse su participación.
La proyección de analistas, es que el triunfador ganará por apretado margen con relación a su más cercano contendiente.
Si Meade, sigue minimizando los problemas que agobian a este país podría costarle muy caro y llevarse una sorpresa el próximo 1 de julio que serán las votaciones.
El último caso ha sido la investigación solicitada por el gobernador de Chihuahua Javier Corral, por supuesto desvío de recursos por 246 millones de pesos (12.7 millones de dólares) a principios de 2016 de la Secretaría de Hacienda, para las elecciones locales del 2016.
Meade, le entró a la confrontación y acusó a Corral de engañar a los ciudadanos, y además de torturar a Alejandro Gutiérrez, exsecretario adjunto del PRI – detenido en diciembre en Chihuahua supuestamente por participar en el presunto desvío de recursos durante el gobierno de César Duarte-.
Otro de los temas latentes, es el de la inseguridad, que le sigue pegando a los mexicanos.
Y por supuesto que la “Cuesta de Enero” que incide negativamente en los bolsillos de los mexicanos, también restará puntos a José Antonio Meade.
Error de Meade, haber incluido en su equipo de campaña al senador Javier Lozano Alarcón que confronta.
¿Será esa la tónica de la campaña constitucional? Los mexicanos esperan propuestas a los problemas nacionales, no violencia verbal.