María Esther Beltrán Martínez
Fotos Compañia de teatro
Málaga, España.- Oscar el niño dormido, es una obra que se presentó en la programación infantil del Teatro Echegaray de Málaga, presenta la compañía Espejo Negro y brinda una hora de divertimento y aprendizaje para toda la familia recurriendo a un tema poco común: el coma.
Desde el inicio roban la atención del público, con la delicada historia de amor y amistad. Trata de Óscar, un niño que quedó sumergido en un largo y profundo sueño tiene coma.
El guión y dirección es de Ángel Calvente . Los actores y manipulantes de las marionetas es José Vera, Garikoitz Lariz y Cristina Jiménez, bailaora Olga Magaña y la música corre a cargo de Antonio Meliveo. Es una obra cuyo tema es el coma, ¿un tema tabú para los niños?
Pues les narro mi experiencia. Asistí a ver la obra con mi sobrina que tiene nueve años, le gusta ir al teatro. Su primera reacción fue de sorpresa al ver el cartel. Un muñeco demacrado de grandes ojos.
-No tía esa obra no quiero verla, me da miedo. Mira que ojos tiene ese muñeco. ¡Espanta!
Todo eso me decía mientras ocupamos nuestros asientos. Por varios minutos siguió hablando de lo que le sorprendía ese cartel, se preguntaba porqué está así. Comenzó la obra y su temor se difuminó. Cómo transcurre la historia su cara va cambiando y se relaja y empieza a poner atención a todo lo que explican.
Sale el personaje de Óscar y comprende que está enfermó y que no se trata de ninguna historia de miedo.
La dirección y guión es muy buena, distrae a toda la familia se utilizan todos los recursos posibles para que se comprendan qué pasa en el cerebro cuando una persona tiene coma y las consecuencias que pueden tener al sufrir lesiones cerebrales.
Hay mucho ingenio para acercar al público y sensibilizar sobre el tema, como hacer un homenaje a todas las personas afectadas.
Es una historia de amor, pero sin duda de lucha y sensibilidad, una invitación a vivir el día a día con alegría, porque no sabemos qué puede pasar.
Al término de la obra los niños son los primeros en ovacionar a los actores. Les aplauden y sonríen. Mi sobrina salió feliz y contando a la familia que hay hematomas muy malos.
Y a la pregunta si es un tema tabú. No lo es. Lo principal es explicar bien y dejar de pensar que los niños no tienen por que saber ciertos temas.
En conclusión Ángel Calvente tiene una excelente obra de teatro para toda la familia, usa muy bien los recursos para distraer a los niños, el público más exigente que hay. Les da muy buena información, clara y precisa. Los distrae con la música, los diálogos y las imágenes.
Calvente ha explicado que en 1998 su amigo Juanjo sufrió un accidente de tráfico quedando en coma durante más de un mes. “ Al despertar, las graves lesiones ocasionadas por un traumatismo craneal lo dejaron postrado en una cama; sin poder hablar, ni caminar y sin poder moverse. Este espectáculo es un homenaje a Juanjo que no ha podido recuperarse de sus graves lesiones cerebrales. A través del pequeño Óscar, en un imaginado final feliz, se recupera y sigue con su vida normal y cena todas las noches huevos fritos como a él le gustaba. Dedicado a todos los que han despertado y a los que están por despertar. Y especialmente a Juanjo, que después de muchos años sigue luchando contra una grave lesión cerebral y a Óscar Lisbona, un malagueño que tras salir del coma ha demostrado ser un ejemplo de superación. Incansables luchadores que me han inspirado para crear esta historia”.