A principios de esta semana, por ejemplo, unos investigadores suizos publicaron en la revista Nature una investigación que describe un implante que restablece la comunicación entre el cerebro y la médula espinal para ayudar a un hombre con parálisis a ponerse de pie y caminar con naturalidad. Según clinicaltrials.gov, hay en marcha más de 30 ensayos de interfaces informáticas entre cerebro y médula espinal.
Musk, que también es propietario de Twitter y consejero delegado de Tesla y SpaceX, dijo en diciembre pasado que su equipo estaba en proceso de pedir a los reguladores que les permitieran probar el dispositivo Neuralink.
El dispositivo tiene el tamaño aproximado de una moneda grande y está diseñado para implantarse en el cráneo, con cables ultrafinos que van directamente al cerebro. Musk ha dicho que las dos primeras aplicaciones en personas serían para intentar restaurar la visión y tratar de ayudar a las personas con poca o ninguna capacidad para manejar sus músculos a que utilicen rápidamente dispositivos digitales. También ha dicho que prevé que las señales del cerebro puedan conectarse a dispositivos Neuralink en la médula espinal para personas con el cuello roto.