Por Alejandro Valladares Almanza
Ciudad de México, 18 de abril de 2024 .- La senadora tamaulipeca Olga Sosa Ruíz, ex priista y actual representante de Morena, ha estado en el ojo del huracán debido a su enfoque en la promoción personal mediante actos anticipados de campaña, mientras carece de un visible trabajo legislativo en el Senado de la República. A pesar de su papel institucional, su interés parece estar más centrado en construir su imagen política con miras a su posible candidatura como sucesora del actual gobernador, Américo Villarreal Guerra.
Durante los últimos meses, Sosa ha recorrido distintos puntos de Tamaulipas, participando en eventos oficiales de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y del propio gobernador Villarreal, sin presentar un informe concreto de su labor legislativa. Sus visitas se han visto acompañadas de publicaciones en redes sociales, donde se muestra sonriente junto a líderes políticos, pero sus mensajes carecen de contenido que aborde las problemáticas que afectan a los tamaulipecos.
La senadora ha utilizado las plataformas digitales para aumentar su imagen, pero la falta de propuestas concretas en torno a temas fundamentales como el acceso al agua potable, oportunidades laborales y el fomento a la inversión en pequeñas empresas ha generado malestar entre la ciudadanía. Los sectores productivos de Tamaulipas enfrentan condiciones adversas para desarrollarse, y la falta de acción de legisladores como Sosa es percibida como una posibilidad politica perdida para resolver estos retos.
La economía tamaulipeca está en una situación crítica, y la necesidad de servidores públicos comprometidos con el bienestar de la comunidad se hace cada vez más urgente. No obstante, Olga Sosa parece priorizar su visibilidad mediática en lugar de abordar las necesidades apremiantes de la población.
La comunidad tamaulipeca demanda un enfoque positivo por parte de sus representantes, y los actos de Sosa podrían interpretarse más como un intento de posicionamiento político que como una verdadera preocupación por los intereses de los ciudadanos. En un contexto donde los tamaulipecos esperan resultados tangibles, la figura de la senadora se aleja de las expectativas de aquellos que buscan verdaderos cambios en el Estado.
