José Guadalupe Rocha Esparza
Richard Gere es Richard Gere. Pelo cano, sonrisa franca, ojos chispeantes, gafas impolutas. Es el Gere que idolatran cuando llegó a la fama por su papel en la película “American Gigolo” de 1980, junto con otras 80 películas que lo estableció como símbolo sexual. Modelo 1949 y casado con Cindy Crawford (1991-1995), Carey Lowell (2002-2016) y ahora Alejandra Silva.
Empezó a codearse con el Dalai Lama y abrazar la fe budista como su ferviente discípulo y principal promotor de las visitas del líder a EU, además de persistente activista por los derechos humanos en el Tíbet y pueblos indígenas a través de la ONG “Survival International”. Sirve como voz de los que no la tienen, especialmente ayudar a los que no tienen un techo.
Gere posee una gran disciplina laboral que le ha llevado a rodar una o dos películas por año desde 1977. A su edad aún encuentra guiones que lo enganchan, especialmente libretos mágicos, bien escritos, que no planteen respuestas sino preguntas. Siempre le interesa dejar huella, propio de un ser humano y preguntarse: ¿Cómo estamos conectados tú y yo?