Ruge por las calles de Guadalajara el RB7 acelerado por “Checo” Pérez, ejemplo e inspiración para un país ávido de patrones positivos, resiliente joven tapatío que pasó penurias en Europa, un triunfador de la Fórmula Uno con carácter, determinación, tenacidad, patriotismo y honor, quien sin callarse, dijo: “Nunca voy a dejar que nadie se burle de mi país”.
Acostumbrado a venir de atrás y darle la vuelta a los momentos difíciles, como en aquel Gran Premio de Bahréin 2020, donde supo encumbrarse desde la última posición para ganar la carrera, se acreditó como un mexicano de clase mundial que sabe trabajar en equipo, fiel a su sueño de nunca darse por vencido, con templanza, humildad, sin fanfarronería.
Detona adrenalina el emblemático número 11 de Red Bull al verlo pasar frente a la Minerva, una historia de vida que hizo realidad las letras que se leen al pie de la diosa romana: “Justicia, Sabiduría y Fortaleza custodian a esta gran ciudad”, para recordarnos que existen figuras triunfantes, llenas de optimismo y talento para las nuevas generaciones.