José Guadalupe Rocha Esparza
600 personajes desfilan por las páginas de la más genial novela que jamás se ha escrito: “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, el inmortal “Caballero de la Triste Figura”, la “Biblia de la humanidad”, obra del poeta, novelista, dramaturgo y soldado, don Miguel de Cervantes Saavedra, orgullo de Alcalá de Henares, publicada en 1605, a la edad de 58 años.
Sabiduría filosófica, romance e idealismo fluyen en la historia del caballero andante para deshacer entuertos, rescatar doncellas, matar gigantes, protegido por su oxidada armadura, montado en flaco y deslucido jamelgo, acompañado de Sancho Panza, leal escudero, jinete en pollino, que lo auxilia cada vez que su señor es lanzado por los suelos.
En Lepanto, Cervantes combate cuerpo a cuerpo, espada contra alfanje y pierde su mano izquierda por un arcabuzazo. Como veterano mutilado, desempleado y olvidado, decide escribir sin cesar, donde el Quijote, viejo y valeroso, lanza en ristre, espolea sus locos afanes: honradez, ilusión, grandeza, optimismo sentimental y lucha contra todo lo falso de la vida.