Según la Organización Meteorológica Mundial, el cambio climático está aterradoramente aquí. Los estragos por la incandescencia extrema muestran que hemos arruinado el planeta con regiones de cruel verano donde ya no parece haber vuelta atrás. La era del calentamiento global ha terminado, para dar paso a la era de ebullición global, olas de sádico calor.
Altísimas temperaturas en grandes partes de América del Norte, Asia, África y Europa. Calor extremo en Atenas, Grecia; Roma, Italia; Hermosillo, Sonora y Phoenix, Arizona. Calientes lugares entre 40 y 50 grados centígrados ininterrumpidamente. Los humanos tenemos la culpa y los humanos ya estamos pagando las consecuencias con golpes de calor.
Los días de exageradas temperaturas se han convertido en rachas de semanas y más estrés hídrico en embalses, presas y lagos. La calorina no se resuelve con más aires acondicionados por la emisión de gases que calientan la atmósfera. Las soluciones pocas. Lo que viene es mucho calor, mucho sudor y días infernales tan pronto se asoma el sol por nuestra culpa.