El amor es un sentimiento, que al sentimiento lastima, y lastimado, se ha convertido en odio, y cuando el odio llega, el odio llama al desprecio, y el desprecio duele tanto que se expresa cantando al desamor como *Paquita la del Barrio*, diva de arrabal, que no se calló para dar voz a una generación de mujeres que viven o vivieron amores difíciles, tóxicos o muy peligrosos.

*Francisca Viveros Barradas*, fallecida a los 77 años, eterna provocadora que, despechada por una doble ruptura de pareja por infidelidad, enarboló una *misandria musical*, con letras de animadversión, enfado, encono, escozor, furia, rencor, resentimiento o resquemor, entonando notas contra las alimañas, bichos rastreros, culebras ponzoñosas y desechos de la vida.

Los llamados himnos de la *veracruzana*, desahogo para las mujeres, comenzaron a interpretarse en la *Casa Paquita* de la colonia Guerrero, CDMX, interpretando “Rata de dos patas”, “Me saludas a la tuya”, “Tres veces te engañé”, “Viejo rabo verde, “Discúlpeme suegrita” y muchas más. Expresaba al final de cada concierto lo siguiente… ¡Hasta nunca, inútiles!