José Guadalupe Rocha Esparza
“El viejo novelista ha muerto. Es como si se hubieran muerto los Reyes Magos”. Así lo refería un periódico parisiense cuando falleció el escritor, poeta y dramaturgo francés, célebre por sus novelas de aventuras en el género literario de la ciencia ficción, autor de las visionarias y famosas “La vuelta al mundo en 80 días” y “Viaje al centro de la tierra” entre otras más.
Julio Verne fue el gran adivinador de las maravillas que estaban por venir: televisión, helicópteros, submarinos, aeroplanos, luces de neón, tanques, proyectiles dirigidos, rascacielos, aire acondicionado. Recorrió 60,000 millas por el fondo del mar e hizo un viaje a la Luna. Charló con caníbales en África y con indios en las riberas del Orinoco. De fantasías a realidades.
“Todo lo que un hombre puede imaginar –decía- otro hombre lo puede realizar”. Desertó de la carrera de derecho para escribir versos y comedias. Era ingenioso, atrevido y despreocupado, además de apuesto y altanero. Escribía desde las 6 de la mañana; un libro cada 6 meses. “Phileas Fogg apareció en el segundo 57 y dijo: Aquí me tienen ustedes, caballeros”.