Previo al repaso histórico del País de los Faraones, conviene recordar la prehistoria y orígenes de la civilización, como introducción a la apasionante Historia Universal, admitiendo que nuestro planeta del sistema solar ha pasado por distintas eras geológicas, según teorías de Kant y de Laplace: nebulosa, estrella, vapores, montañas, continentes y océanos profundos.
Era Agnostozoica, arcaica o precámbrica; era Paleozoica, en terrenos cámbrico, silúrico, devónico y permo-carbonífero; era Mesozoica, dividida en los períodos triásico, jurásico y cretáceo; era Neozoica o terciaria, con la llegada de aves y finalmente la era Antropozoica o cuaternaria, en la que por primera vez se hallan indiscutibles pruebas de la existencia del hombre.
Es en la época Cuaternaria, del Pleistoceno o Glacial, donde comienza el período antiguo de la piedra o paleolítico, luego el pleno neolítico, después la etapa eneolítica, o sea del período del cobre. Aparecen luego la Edad del Bronce, segundo milenio antes de J.C. y la Edad de Hierro, 1000-500 y 500 hasta la época romana. El Antiguo Egipto y el Nilo, comienzo de la historia.