José Guadalupe Rocha Esparza
Iluminó el continente negro. Cartografió África e inició incansable cruzada contra la esclavitud, las supersticiones y el analfabetismo, llevando la luz de la fe y de la libertad. Los indígenas lo bautizaron con el apelativo de “Hombre bueno”, dado que trabajaba con las tribus semanas o meses. En la Gran Bretaña Victoriana fue considerado un héroe nacional por intrépido.
David Livingstone, médico, explorador y misionero escocés, atractivo y de buena presencia, vivió emocionantes y peligrosas aventuras. Su resistencia y su desprecio al peligro se hicieron legendarios. Tropezó con todo género de desanimadores obstáculos. Durante más de dos años, Inglaterra no tuvo noticia alguna. Henry Stanley, del “New York Herald”, lo encontró en Ugigi.
Expedicionó los ríos y lagunas de Zambeze, Ruvuma, Nilo, Lualaba, Congo, Nyassa, Malawi, Victoria, Alberto, Bangweulu, Moero y Tanganika. Al morir a los 60 años de malaria, embalsamaron el cuerpo con sal, pero le sacaron el corazón para enterrarlo en África, tierra a la que pertenecía. El progreso de los pueblos africanos es un monumento vivo a su memoria.
