Busco un presidente que utilice más el diálogo y el consenso como método para resolver las crisis de Estado, que anteponga el interés general del amado país al de cada una de sus fracciones. Un presidente con autoridad, credibilidad y compromiso democrático que se adueñe seguro del diálogo y la exploración de acuerdos, por extraordinarios que fuesen los obstáculos.
Busco un presidente que establezca la concordia, defienda públicamente la Constitución como plataforma básica de convivencia y reclame sentar las bases de un entendimiento duradero, con la participación de la derecha, el centro y la izquierda, así como fuerzas sociales, empresariales y sindicales para afrontar el desánimo, desconfianza, descrédito, desigualdad y división.
Busco un presidente sin vacíos, ni discontinuidades, ni desestabilización, ni desplomes; un presidente dedicado a desatascar la barbarie criminal, la patria salvaje que se desmorona, el México bronco, la crispación en la vida política. Un presidente de envergadura, mesura y cordura. Un estadista que todo el país lo agradezca y le diga de frente: ¡¡Muchas gracias, presidente!!