La Navidad

 

*La Navidad* es un remanso de humana esperanza, aferrada al calendario de cada año como un solitario y luminoso faro entre la espesa niebla de seres egoístas o violentos, una *fortaleza de visible incandescencia* que nos hace recordar el calor humano, la nobleza, la solidaridad, la generosidad, la pertenencia y la consideración, abrillantadas cuando se abre el corazón.

*La Navidad*, cita melancólica o dulcemente mágica con los más cercanos, sigue firme, inamovible, multitudinaria, *a prueba de todo desencanto*, fecha de amor y tregua, emocionalmente mística, vibrante entre los demás, de cara afectiva, bullicio de gente que piensa en otras personas, momentos que tocan, remueven y conmueven cualquier vínculo parental o personal.

*La Navidad* es la versión personalizada del núcleo familiar y afectivo, tobogán que nos permite saltar, abrir las alas del amor y la consciencia que oxigenan el alma para recordarnos quienes somos, qué aportamos a nuestros seres queridos. Ante el gran espejo de la colectividad, veámonos saludables en cada abrazo firme que demos, *a prueba de todo desencanto*.