José Guadalupe Rocha Esparza
Hoy día abundan deshumanizados políticos, gobernantes, dirigentes, estadistas, burócratas, directivos, ejecutivos y gestores, jefes autoritarios centrados en su propio interés, pero faltan por doquier verdaderos líderes inspiradores al servicio del bien común. Como dijo Luther King: que no se midan por el tamaño de su ego, sino por la altura del propósito al que sirve.
Jefes autoritarios son aquellos que creen en la jerarquía de superiores e inferiores; que están centrados en su carrera profesional; que dan órdenes; que penalizan los errores y siembran miedo; que basan su identidad en el puesto que ocupan, es decir, llevan máscara; que se atribuyen todo mérito, además de ser desconfiados y controladores, supervisores y corregidores.
Líderes conscientes son aquellos que han aprendido a liderarse a sí mismo, como dijo Nelson Mandela: inspiran a través de su ejemplo, congruencia y vocación de servicio; hacen lo que aman; cultivan su inteligencia emocional; desarrollan el talento, inteligencia y creatividad de sus colaboradores. Al jefe, se le teme; al líder se le venera y sigue en todo.
