Febrero 22. CX Aniversario Luctuoso de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, día de luto y solemne para toda la Nación, izada nuestra bandera a media asta. A espaldas de la antigua cárcel de Lecumberri, ocurrió el vil sacrificio de dos hombres tan excepcionales en nuestra historia como el ideal democrático que ambos representaron.
La crueldad del episodio y la premeditación con que fue fraguado, dejó un sedimento de indignación, traicionados por Victoriano Huerta y su red de secuaces, especialmente contra el hombre a quien se le conoció como el Apóstol de la Democracia. Sus 15 meses en la presidencia representaron un evangelio democrático y el origen sagrado del voto.
Madero vivo, siempre orgulloso por las victorias obtenidas en el campo de la democracia, más que aquellas en el campo de batalla; presidente dedicado a combatir el poder absoluto, a promover la democracia y la mística libertad, ausente de coerción y ajeno a rencores, advocación de la Providencia, que cayó por la fuerza ciega de las armas. ¡Viva Madero!