Uno de los platillos más típicos y representativos de Guadalajara es la torta ahogada, tan popular como el Checo Pérez, Canelo Álvarez, Chicharito Hernández, Vicente y Alejandro Fernández, Guillermo del Toro, Ximena Navarrete, Lorena Ochoa, Chivas y Atlas, capital de Jalisco tan famosa por su Catedral, Museo Cabañas, Minerva y Arcos, Puente Matute y etcétera.
La torta ahogada, elaborada con birote salado, rellena de carnitas en rebanadas, cubos o trozos, sumergida o bañada en salsa picante de chile de árbol propio de Yahualica, condimentada con ajo, comino y vinagre, más salsa de jitomate y rebanadas de cebolla desflemada, servida con medio limón, aparejada con el clásico taco dorado y horchata en jarro de barro.
Arleth Yisseth y Ulises Vélez sirven esa deleitable vianda tapatía frente al Centro Magno, Magno Ahogadas, Avenida Vallarta, propia para el almuerzo semanal o rodada dominical por la Vía RecreActiva. Dicen mis amigos que “si la dieta quieres perder, con una magno ahogada tiene que ser”, opcional de buche o de panela para los veganos, un manjar irresistible e inevitable.
