A Pinocho le crece la nariz 6 cm en cada mentira, lo mismo que a nuestro México, País de mentiras, según el implacable libro de Sara Sefchovich, editorial Océano, sacudiéndonos a la indignación permanente, donde la única verdad es la mentira todo el tiempo, embuste a toda hora y bajo cualquier pretexto la chapuza, el engaño, la farsa, la simulación e inventos.
Habla de las mil y una formas de mentir como prometer, alardear, enredar, minimizar, descalificar, tergiversar, negar, pretender, transar, manipular o verter la culpa a otros. La explicación de la mentira, dice la socióloga, es no definir, no evaluar, no actuar, no prever, no reconocer errores o vivir en la incoherencia e incongruencia. Somos, según ella, apariencia y no verdad.
Termina su ensayo enumerando las consecuencias de la mentira, tales como la desconfianza, la desmemoria, la desesperanza, la falta de respeto, el desinterés, la doble moral, la corrupción, esperar todo del papá gobierno y sobre todo la falta de líderes lúcidos, sensatos, serios, maduros, con altura de miras, decentes, ajenos a la mentira, escarnio o risa socarrona.
